Diariamente los Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos (RPBI) provenientes del HGZ 20 del IMSS y del Hospital Regional de Autlán, llegan al relleno sanitario; este sitio incumple la Norma Oficial Mexicana NOM-087-ECOL-SSA1-2002 al no tratar de manera adecuada dichos residuos.
Por: Esther Armenta León
Autlán de Navarro, Jalisco. 9 de julio de 2020. (Letra Fría) La presencia de trajes quirúrgicos, mangueras, agujas, residuos de curación y cajas de medicamentos son visibles en el relleno sanitario de Autlán. Los empleados de aseo público, pepenadores y animales que habitan en el basurero, conviven diariamente con los Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos (RPBI) provenientes de hospitales públicos, que son desechados de manera cotidiana, sin tratamiento alguno.
De acuerdo con un empleado, quien prefirió el anonimato por miedo a represalias, los cargamentos con las bolsas llenas de los residuos de los hospitales, llegan todos los días de los contenedores ubicados a unos metros del Hospital General de Zona Número 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Hospital Regional de Autlán de la Secretaría de Salud Jalisco, situación que genera temor entre los trabajadores del gobierno municipal y a los pepenadores del basurero.
“Nos da miedo por lo del seguro que traen para acá, revuelto en la basura que viene del hospital. Lo traen como cualquier desecho de basura, no los apartan, nada. Por lo regular llegan diario, son el del hospital y el del seguro”, cuenta el trabajador.
Autlán de Navarro incumple la NORMA Oficial Mexicana NOM-087-ECOL-SSA1-2002, en la que se especifica que los materiales de curación, empapados, saturados, o goteando sangre o fluidos corporales de pacientes con enfermedades infecciosas, deben ser tratados como Residuos Peligrosos Biológicos Infecciosos, por lo que deberán recibir un tratamiento especial para su disposición final. No ocurre.
La norma señala que los generadores de Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos deberían depositarlos en bolsas “de polietileno de color rojo traslúcido de calibre mínimo 200 y de color amarillo traslúcido de calibre mínimo 300, impermeables y con un contenido de metales pesados de no más de una parte por millón y libres de cloro, además deberán estar marcadas con el símbolo universal de riesgo biológico y la leyenda Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos”.
En visitas realizadas por esta redacción de noticias, al relleno sanitario, se detectaron bolsas rojas con basura de hospitales, además de envoltorios de medicamentos como Ciprofloxacina que se utiliza para tratar o prevenir ciertas infecciones causadas por bacterias como la neumonía, gonorrea, fiebre tifoidea, diarrea infecciosa, entre otras; además de cajas de Levofloxacin, medicamento empleado para el tratamiento de infecciones bacterianas de la piel.
Para los municipios de Jalisco, no seguir la norma se ha convertido en una práctica común a la hora de desechar residuos de hospitales, potenciando el riesgo de contagios entre las personas que conviven con este espacio, explicó a Letra Fría el salubrista Héctor Olivares.
“Todavía puedes observar en los rellenos que se depositan bolsas completas con residuos biológico infecciosos, es decir, algunos hospitales, clínicas particulares, siguen tirando sus residuos biológicos a la basura como si nada y esto ya forma parte de una normativa que obliga a que ese tipo de residuos tengan un tratamiento especial porque implican un riesgo para quienes interactúan con ellos, en este caso, los recolectores de la basura, los pepenadores, toda la cadena que hay alrededor de”, respondió a la reportera.
Las consecuencias de interactuar erróneamente con RPBI, son explicadas en la NOM 087, al mencionar las posibilidades de contagios por su cercanía a estos residuos.
“Todas las personas expuestas a RPBI corren riesgo de contaminación a través de una exposición accidental por un mal manejo. Pueden infectarse a través de grietas, cortes en la piel, o absorción a través de las membranas mucosas, y/o lesiones con objetos punzocortantes causando cortes y punciones (ejemplo agujas de jeringas)”, reza la norma.
Dicha NOM 087 también especifica que para su recolección “solo podrán recolectarse los residuos que cumplan con el envasado, embalado y etiquetado o rotulado como se establece en la Norma” y a la hora de transportarlos a su destino final “los contenedores deben ser desinfectados y lavados después de cada ciclo de recolección”, además, “los vehículos recolectores deben ser de caja cerrada y hermética, contar con sistemas de captación de escurrimientos, y deberán contar con sistemas de refrigeración para mantener los residuos a una temperatura máxima de 4° C. 5”.
Ahora esta situación preocupa más a los trabajadores de aseo público y pepenadores, debido a la pandemia por COVID-19, ya que podrían contraer el virus por un mal manejo de los Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos.
De acuerdo con la ley, “los RPBI sin tratamiento no deberán mezclarse con ningún otro tipo de residuos”, condición no respetada en el municipio de Autlán.
MA/MA
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