Por: Álvaro Díaz | Verbum Plurithema
Autlán de Navarro, Jalisco. 03 de marzo de 2023. (Letra Fría).- Sodoma y Gomorra, dos ciudades bíblicas que fueron destruidas por Dios porque sus habitantes eran homosexuales… ¿En serio?
Un cuentito de la biblia que terminó destruyendo la vida de miles y miles de personas alrededor del mundo y hoy en día casi 3 mil años después se sigue cargando el lastre de la terrible fama y el castigo de Sodoma y Gomorra por haber sido ciudades gay (léase con mi risa sarcástica).
Para empezar, todavía no existe evidencia científica que categóricamente asegure que esas dos ciudades existieron verdaderamente. O sea, son un mito, un cuento, una fantasía, un invento. Y pues bueno, no vamos a adentrarnos hoy en el tema de ese Dios antiguo (que tampoco existe) que castiga, y destruye, y condena, y manda fuego y aniquilación.
Vamos a las conclusiones del sentido común pero sobre todo científicas. En el caso de que Sodoma y Gomorra en verdad hayan existido en los sitios geográficos donde el mito y la tradición dicen que estuvieron, existen otras teorías más razonables sobre su destrucción.
No.1. Las zonas eran ricas en yacimientos de gases naturales, por lo que algún sismo pudo provocar una liberación de gases y desencadenar explosiones de magnitud catastrófica.
No.2. Un meteorito pudo haberlas destruido.
Respecto con la homosexualidad, pues creo que no deberían faltar los argumentos científicos para descartar que Dios las destruyó porque sus habitantes eran homosexuales. Por simple lógica y sentido común te haces la pregunta ¿y si todos eran homosexuales como se reproducían?. Pero bueno, en su momento la religión decidió que era buena idea decir que así fue y de esa manera cargarse y joderle la vida a la comunidad homosexual.
Pero entonces, ¿cuál es la verdadera moraleja con el cuento de esas dos ciudades?
Los últimos estudios, ya en esta era y fuera de tradiciones arcaicas apuntan a que el aprendizaje espiritual en la creación de este relato apuntaba a una moraleja que no tiene nada que ver con ninguna orientación sexual, ni siquiera con la sexualidad.
La tradición indica que Sodoma y Gomorra eran dos ciudades muy prósperas, con mucha abundancia y riqueza, pero sumamente egoístas. Predominaba la vida ociosa y la indolencia, pero sobre todo sus habitantes tenían un marcado odio por los visitantes y extranjeros, eran todos muy ricos, pero muy hostiles con los visitantes o inmigrantes. No eran hospitalarios. Y ese fue el motivo de la ira de Dios.
Entre una transcripción y otra, traducción tras traducción, conveniencias sociales y políticas, manipulación moralista, machismo, homofobia y un largo etcétera, pues el relato del cuentito terminó tergiversado por la religión en lo que ya sabemos: Dios odia a los homosexuales. Bonito mensaje del Dios de amor que ama por igual a todos sus hijos.
Pero si te interesa el tema, no me creas a mí, esto sólo es una columna de opinión. Investiga.
MV
