Por José de Jesús Guzmán Mora, Cronista de San Gabriel, Jalisco | Desde el llano Rulfiano
Autlán de Navarro, Jalisco, 23 de octubre de 2022. (Letra Fría) Más de ciento cinco años han pasado ya desde aquel 10 de junio de 1917, fecha en que arribara a San Gabriel, Jalisco, uno de los grandes hombres, consagrado a la vida sacerdotal y que, entregado en cuerpo y alma, se convirtiera en forma natural, en gran benefactor de este pueblo: don Yreneo Monroy Nuño.
(1874-1951).
Foto en parroquia de San Gabriel, Jalisco.
Nacido en 1874 en el municipio de Cocula, Jalisco, según se asienta en su certificado de bautismo, fue ordenado en marzo de 1902 en Guadalajara; enseguida fue destinado al Santuario Clerical de Nuestra Señora de Guadalupede Guadalajara, luego en las parroquias de Tepatitlán y La Barca, así como en Juchitán, Oaxaca, donde fungió como Secretario de la Sagrada Mitra en Tehuantepec, allá permaneció en aquellas tierras por espacio de nueve años.
Un día regresó a Jalisco y fue nombrado Ministro para la parroquia de San Gabriel, dedicada al Señor de Amula.
En este pueblo desarrolló su ministerio de 1917 a 1936, completando un período de diecinueve años, tiempo en el cual gozó de grandes satisfacciones, pero al mismo tiempo sufrió en carne propia los acontecimientos de la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera por tierras gabrielenses.
Le tocó vivir su edad madura en este terruño. Aquí desarrolló una gran labor, pues se dedicó a la mejora material de los diversos templos y capillas, a la creación de obras e instituciones de beneficio social y a incrementar el arte y la cultura del pueblo.
En 1936 fue nombrado Vicario de la Parroquia de Nochistlán, Zacatecas; más tarde el Cabildo Eclesiástico le nombró Canónigo Honorario de la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de Los Lagos.De 1940 a 1951 se ocupó de la parroquia de Tala, Jalisco, falleciendo en este último año; sus restos reposan en ese lugar.
∎
Yreneo Monroy Nuño nació en el Rancho de Agua Caliente, perteneciente a la parroquia de Cocula, Jalisco, a las ocho de la mañana del 3 de julio de 1874; era hijo de don Francisco Monroy Esparza y de doña Petra Nuño Camacho; la familia la completaban Fidencio, Agripina, Fabiana y Andrea Monroy Nuño.
Fue bautizado en la Parroquia de San Miguel de Cocula, Jalisco a otro día de su nacimiento por el fraile Ygnacio de J. Cabrera; fueron sus padrinos don Juan Monroy y doña Susana del mismo apellido. Su madre, era una persona de suma honradez y gran religiosidad, su padre murió cuando Yreneo era muy chico.
Abuelos paternos don Juan Monroy y doña Aleja Esparza; maternos, don Nemecio Nuño y doña María Camacho.
Recibió la instrucción primaria en Cocula, y enseguida fue a matricularse al Seminario Conciliar de Guadalajara el 18 de octubre de 1888. Vivió en la Perla Tapatía en la jurisdicción de la Parroquia de Mexicaltzingo y el Sagrario Metropolitano. Tomó las cuatro Órdenes Menores el 17 de agosto de 1899, apenas a los veinticinco años de edad. Se le otorgó el Diaconado el 13 de enero de 1902. Su ordenación como ministro de la iglesia tuvo lugar el 9 de marzo de 1902, su Presbiterado el quince de marzo y su primera cantamisa, el día diecinueve del mismo mes y año.
De marzo a junio de 1902, estuvo en el Santuario Clerical de Nuestra Señora de Guadalupe de Guadalajara, ejercitándose en el Ministerio Sacerdotal.
Del 19 de junio de 1902 al 19 de junio de 1905, se le destinó como Ministro de la parroquia de Tepatitlán, Jalisco. Del 20 de junio de 1905 a mayo de 1908, permaneció en la parroquia de La Barca, Jalisco. Del 6 de noviembre de 1908 y hasta mayo de 1917 estuvo en la Diócesis de Oaxaca.
Por un período de tres años, del 7 de noviembre de 1908 y hasta el año de 1911, fue invitado por don Ignacio Plasencia, Obispo de Tehuantepec, para trabajar como Ministro en Juchitán, Oaxaca, en aquella apartada diócesis del sureste del país.
Aprendió, en poco tiempo, el dialecto de los diversos grupos indígenas para poder atenderlos en su idioma. Del junio de 1911 a mediados de 1917, fungió como Secretario General de la Sagrada Mitra en Tehuantepec.
∎∎
De regreso a la Arquidiócesis de Guadalajara, la Superioridad Eclesiástica lo nombró Vicario de San Gabriel, Jalisco el 30 de mayo de 1917 y arribó a este pueblo unos días después. El Arzobispo envió a don Abundio Anaya, Cura en San Gabriel, un comunicado para darle la buena noticia.
Don Yreneo Monroy quedó como Cura interino de la parroquia el 23 de junio del mismo año, se le nombró Vicario Foráneo en 1920 atendiendo las parroquias de Tapalpa y Atemajac de las Tablas.
Las hermanas Agripina y Fabiana Monroy Nuño, acompañaron siempre a su hermano Yreneo, haciendo pie de casa.
El 1° de septiembre de 1920, Monroy Nuño envió una solicitud al Gobierno Eclesiástico de Guadalajara para destruir el antiguo altar del templo y colocar en su lugar uno de mármol. Los trabajos de demolición y construcción del altar concluyeron el 22 de enero de 1921 dando aviso con fecha 5 de marzo de 1921, de que se había concluido la obra.
Durante la administración de don Yreneo, la antigua Capellanía de Apango, fue autorizada como Vicaría el 3 de noviembre de 1920 y erigida el 19 de enero de 1921 por el Arzobispo de Guadalajara Orozco y Jiménez, nombrando como primer Vicario al Padre Francisco G. Mendoza. Su antigua iglesia, una obra del siglo antepasado, era de adobe y teja, hoy afortunadamente cuenta con moderno templo. La Vicaría de Apango, tiene como titular a San Andrés Apóstoly su fiesta es en noviembre.
Otra de sus importantes obras fue, que en febrero de 1922 la Orden Francesa de las Religiosas Josefinas, habiendo clausurado el de Colima, y por solicitud de don Yreneo Monroy, establecieron aquí su colegio en la antigua Casa de Ejercicios Espirituales, autorizado por el señor Arzobispo don Francisco Orozco y Jiménez; la Reverenda Madre Sor María de la Paz Navarro de la Mora fue la primera directora, estaban también entre el personal Sor Mercedes Margarita Navarro de la Mora y la Madre Mendiola. Los trámites para establecer dicho colegio fueron iniciados desde julio de 1921.
Ese personal se encargó de la educación de las niñas de la localidad y, al mismo tiempo, del aseo y la atención de la Sacristía en el templo del Santuario Guadalupano, permiso que, solicitado por don Yreneo, fue otorgado por el Arzobispo Tapatío.
En noviembre de 1923, se estableció también, en el mismo Colegio, la educación de los niños de 1° a 5° grados que atendieron las Madres Josefinas.
En dicha corporación cursaría los primeros grados escolares, de 1924 a 1926 aproximadamente, el niño Juan Nepomuceno Carlos Pérez Vizcaíno, hoy mundialmente conocido como Juan Rulfo.
Monroy Nuño, cooperó para la construcción del primer camino carretero entre Sayula y San Gabriel, iniciado en 1921 e inaugurado el 3 de abril de 1925. El Señor Cura ayudó para que se realizara el primer kilómetro.
Durante su larga administración tuvo lugar la Guerra Cristera, entre 1926 y 1929; en ese tiempo los militares se apoderaron de los templos, en la parroquia improvisaron su “Cuartel general”, por lo que el Cura Monroy tuvo que esconderse en diferentes casas de la población y a oficiar la Sagrada Eucaristía en forma secreta.
Los templos fueron cerrados por órdenes del Gobierno Federal, aquí se ejecutó tal disposición a través de don Mariano Morett quien era el Agente Federal de Hacienda y por don Enrique Luna que se desempeñaba como Juez de Primera Instancia, la parroquia fue sellada el 2 de agosto de 1926.
Monroy fue el promotor y fundador, el día 15 de octubre de 1930, de la agrupación denominada Juventud Católica Femenina Mexicana, una de las cuatro ramas de la Acción Católica Mexicana.
Otra de las mejoras que realizó en el año de 1931, fue el cambio del piso de la Capilla de la Sangre de Cristo,el piso era de madera y se encontraba ya muy deteriorado por lo que junto con los vecinos decidió ponerle ladrillo mosaico; pidió permiso al Arzobispado para hacer el cambio referido, se le concedió, y el día 18 de julio se le autorizó para que consagrara la capilla con el piso nuevo ya colocado.
El 23 de noviembre de este mismo año, pidió licencia a la Autoridad eclesiástica de Guadalajara para oficiar misa en la Capilla del Cerrito dedicada a la Santa Cruz;una vez que le fue concedida empezó a oficiarse desde 1932.
Recuérdese que el 23 de enero de 1921 se llevó a cabo la bendición del nuevo Altar mayor de la Parroquia, pero éste no había sido consagrado por lo que deseosos los vecinos de que este acto se realizara, pidieron al Padre Monroy que lo solicitara ante el Arzobispado.
Esta petición tuvo lugar el 28 de diciembre de 1933, le fue concedida mediante oficio el 4 de enero de 1934, fijando el 5 de febrero para que se llevara a cabo la tan ansiada visita y la consagración tuvo lugar dos días después.
∎∎∎
En la segunda y tercera década del siglo XX se cultivaba el arte musical y se formaba, en 1930 aproximadamente, una banda de música de la que formó parte el distinguido gabrielense don Blas Galindo Dimas. Su creación estuvo bajo el cuidado del Señor Cura don Yreneo Monroy. Los músicos que la integraban fueron don Lázaro Aguilar, José Contreras, Gaudencio Villalvazo Chávez, Blas Galindo Dimas, Simeón Blas Gómez, Leocadio Ramírez Anguiano, Ignacio Estrada Rodríguez, Gamaliel García e Isaac Santana.
También formaban parte de ella don David Estrada, Hilario Jiménez Figueroa, Jesús Galindo Dimas, David Gómez, José Guadalupe Meza, Luis Osorio, José Ramírez, José de Jesús Rocha, Alberto Sánchez, Francisco Terríquez, Vicente Toscano, Miguel García Contreras, Antonio Rodríguez Liberio, José Galindo, Bonifacio Figueroa Palacios y Valentín Ramos González.
El director era el Maestro don J. Jesús Osorio, nativo de Atoyac, Jalisco.
cerca de 1930.
Foto archivo histórico municipal de
San Gabriel, Jalisco.
En memoria de su notable labor en el pueblo gabrielense a favor de la música y las artes, la actual banda de música lleva su nombre, desde que se formó en 1959, como un gesto de merecido reconocimiento y recuerdo imborrable.
En junio de 1936 se le nombró Capellán del Santuario de Nuestra Señora de la Soledad en la Parroquia de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, pero sin exonerarlo de su parroquia de San Gabriel, cancelándose el registro el 4 de junio de 1936 de dicha feligresía.
El 30 de septiembre 1936 se le exoneró del cargo en Tlaquepaque, Jalisco. Se le nombró Vicario sustituto de la parroquia de Nochistlán, Zacatecas, arribando el 28 de noviembre del mismo año y se le confirmó su nombramiento el 15 de noviembre del 1937.
El 2 de enero de 1938, se le nombró Vicario de la 29ª Foranía, que contemplaba las parroquias de Nochistlán, Mexticacán y San Pedro Apulco, en Zacatecas.
En 1939, enfermó y se le recomendó un clima templado y de poca altitud para su recuperación, viniendo a San Gabriel con licencia para atenderse de sus males, durante su estancia, que fue de solo un mes, convivió con el Señor Cura don Salvador Santa Cruz Macías.
El 12 de enero de 1940, se retiró definitivamente de San Gabriel, y debido a su enfermedad, se le nombró Vicario sustituto de la Parroquia del Sagrario Metropolitano en Guadalajara, no pudo atender la parroquia de Nochistlán, Zacatecas.
El Cura Monroy tenía la distinción de Canónigo Honorario del Cabildo de la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de Los Lagos.
Falleció a los setenta y siete años de edad en Guadalajara, el 18 de diciembre de 1951 en su domicilio particular. Al morir, fungía como Párroco de Tala, Jalisco. Su cadáver se trasladó hasta aquella población, donde se celebró solemne funeral a las diez horas.
Su cuerpo fue inhumado en el Panteón Municipal de ese municipio; cinco años después en 1956 fue exhumado, entre los presentes se encontraba su sobrina Imelda Uribe Amador y su sobrino el Dr. Rafael Uribe Amador estando al cuidado de que se extrajera todo su cuerpo.
Se le veló durante toda la noche y después de una Solemne Misa se depositaron sus restos en el Templo de San Francisco de Asís, de Tala, a la entrada de la capilla dedicada a Jesús Divino Preso.
Descansa en paz.
REFERENCIAS:
GUZMÁN Mora, José de Jesús. Personajes que han forjado la historia de San Gabriel, Tomo cuatro. Edición de 2021. Inédito.
