Por: La Verdad y LadoB
“Tu hija está muy joven para estar orinando arsénico”, le dijo un médico a Claudia González, ejidataria de San Juan de Los Planes, un poblado a media hora de La Paz, Baja California Sur. Era 2012, Fernanda Ibarra González, su hija, tenía 15 años y un análisis reportó 10.43 microgramos de arsénico por litro en su orina. Casi el doble de lo considerado a nivel internacional como un nivel de riesgo de arsénico en el cuerpo.
Un análisis realizado por Data Crítica y Quinto Elemento Lab a una base de datos oficial que ha pasado años casi inadvertida reveló que el arsénico, de hallarse en niveles altos en 17 estados durante 2012, se expandió a pozos de 24 estados en 2018, el último año de registros completos.
La extracción de agua, fuera de control, está provocando que los pozos sean un riesgo al intensificar la liberación de arsénico y fluoruro en el líquido de millones de mexicanos. El análisis a una base de datos de la Conagua revela que, lo que era un problema concentrado en La Laguna, se expande por el país. El gobierno lo sabe, pero no actúa. La historia la produjo el Quinto Elemento Lab y la compartió con medios de la Alianza.
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