Por: Claudia R. Castellanos | Perimetral
Guadalajara, Jalisco. 26 de agosto de 2020. (Letra Fría) Al iniciar la pandemia ocasionada por el COVID-19, las autoridades sanitarias del país establecieron una serie de restricciones y cambios sociales que excluyeron a las personas con discapacidad y particularmente a quienes viven con un tipo de espectro autista. En este reportaje retratamos la vida de Emir, de cuatro años, que de avanzar con diversas terapias en su desarrollo, se estancó porque la sana distancia canceló su escuela especial y el acceso a parques, por nombrar algunos ejemplos.
En Jalisco no se conoce el número exacto de personas que viven con alguna neurodivergencia. Cuando hablamos de esto nos referimos a todas las formas de concebir el Trastorno del Espectro Autista o TEA.
El autismo es un trastorno neurológico que afecta el comportamiento y el desarrollo sensorial, social, comunicacional y de aprendizaje de la persona. Es importante hablar de autismo, nombrarlo y saber que, según estudios de la Universidad de Guadalajara, se estima que aproximadamente 1 de cada 160 niños y niñas en Jalisco viven con esta neurodivergencia.
En este reportaje nos acercamos a una historia que apenas si es la punta de una serie de un vacíos en las políticas públicas en la materia.