Texto: Daniela Rea y Alejandro Ruiz
Fotos: María Fernanda Ruíz e Isabel Briseño
Más de medio siglo esperando este día, que las puertas de las cárceles militares se abrieran para buscar a los detenidos y desaparecidos por el Ejército entre los años 1950 hasta 1990. Más de medio siglo de lucha para que las familias pudieran entrar al mismo lugar donde estuvieron sus madres, padres, hermanos, hermanas, hijas, hijos, luchadores sociales. Más de medio siglo para exigir justicia y reconstruir la historia de represión de la que el Ejército fue el principal responsable.
Aquí, en el Campo MIlitar número uno, la principal cárcel militar de este país, en donde fueron torturados y asesinados opositores políticos; las familias y los sobrevivientes reclamaron fuerte y claro durante el evento protocolario del Inicio de actividades de la Comisión para la Verdad y Justicia por los Hechos 1965-1990: abran cárceles, abran archivos militares, no sólo queremos verdad y memoria, queremos justicia.
En su participación el titular de la Sedena, el general Luis Cresencio Sandoval, quien sin responder a los reclamos de las familias y sobrevivientes dijo, como si hablara al espejo, que el Ejército siempre ha sido transparente y defendido los derechos humanos, ha sido cercano al pueblo.
Sandoval no sólo no escuchó a las y los familiares de las personas desaparecidas sino que lanzó una provocación en medio de un evento que buscaba -al menos institucionalmente- reivindicar al Ejército y su colaboración para investigar los crímenes del pasado…