Por: David Chávez Camacho
Autlán de Navarro, Jalisco. 4 de noviembre de 2019. (Letra Fría) Este sábado, los mensajes del presidente Andrés Manuel López Obrador hicieron mucho ruido. Y no es para menos:
«¡Qué equivocados están los conservadores y sus halcones! Pudieron cometer la felonía de derrocar y asesinar a Madero porque este hombre bueno, Apóstol de la Democracia, no supo, o las circunstancias no se lo permitieron, apoyarse en una base social que lo protegiera y respaldara”, fueron sus palabras.
Luego, agregó que «no hay la más mínima oportunidad para los Huertas, los Francos, los Hitler o los Pinochet.El México de hoy no es tierra fértil para el genocidio ni para canallas que lo imploren».
El presidente de la República recomendó, además, leer la fábula de Esopo “La rana pidiendo rey”. Ésta trata de unas ranas que piden a Zeus un rey, así que el dios griego les envía un leño, lo que a las ranas les parece poco y demasiado quieto. Vuelven a Zeus y éste les envía como rey a una serpiente que las atrapa y devora.
Que un presidente diga algo así no es asunto menor. Está advirtiendo el peligro real de un Golpe de Estado en México. Ello rompería con una larga tradición institucional del privilegiado ejército mexicano, que ha evitado dictaduras militares al estilo centro y sudamericano.
En nuestro país, el último golpista exitoso fue Victoriano Huerta, efectivamente comparable a Pinochet, otro traidorzuelo. La comparación es menos exacta con Franco y Hitler, pero en todo caso parece referir al militarismo de los cuatro.
El mensaje, pues, está dirigido a la población y presenta como peligrosos a los militares, a algún sector del Ejército y a quienes, desde el conservadurismo político y económico —uno supone— podrían pensar o piensan en cometer un Golpe de Estado.
Por supuesto, tal situación siempre es posible, pero sería excesivo, pues AMLO no ha sido el gobernante de izquierda que rompa con la institucionalidad ni con los grandes intereses económicos o políticos en el país.
Uno se pregunta los motivos. ¿Por qué los militares mexicanos podrían caer en la tentación de un Golpe de Estado? ¿Por el asunto Ovidio? No es lógico, ya que la liberación del junior del narco fue para proteger también a los familiares de los mismos militares. ¿Por cuestiones ideológicas? Tampoco suena lógico, ya que AMLO glorifica a los héroes que el mismo Ejército ha sostenido en el panteón oficial de la historia mexicana.
Lo cierto es que si hay algún sector militar o algún sector político y económico que piensen en la posibilidad de un Golpe de Estado, debieran volver a pensarlo. La afirmación de AMLO respecto a la base social que lo respalda y protege, es revisable, y si existiese habría que ver hasta qué punto enfrentaría una toma militar del poder. No pareciera ser el camino de la resistencia que unos golpistas enfrentarían, sino más bien el rechazo de la población en general. No es por ahí, señores, ni es para tanto.
LL/LL
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