Me resultó imposible no ligar este reconocimiento a mi propia experiencia como su alumno en la prepa. Ni siquiera recuerdo el nombre preciso de las asignaturas, pero sí recuerdo sus clases.
Lo malo de los memes es que carecen de precisión. Aunque más allá de criticar el lenguaje de las imágenes virales, pensé en compartir que no hay novedad en lo que ocurre.
Hace unos meses, celebré en esta misma columna que Wendy Guevara aprovechó el espacio para legitimar a su comunidad transexual; lo hizo con humor y reflexionando sobre temas relevantes.