La cámara de diputados aprueba la ley que prohíbe las terapias de conversión en México. Un hecho histórico en nuestro país, que lastimosamente queda empañado de hipocresía y vil conveniencia política.
Sí, es de celebrar que por ley a partir de ahora en México las terapias de conversión quedan prohibidas, porque la realidad es que no hay nada que curar. Esas mal llamadas «terapias de conversión» no son otra cosa más que tortura en todas sus formas, física, mental y emocional.
La iniciativa va con varios puntos por pulir, pero sin duda alguna es un gran avance a favor de los derechos humanos del colectivo LGBT+.
Los votos del PAN sobre las terapias de conversión
Del PAN era de esperarse, siempre ha tenido clara su postura anti derechos, votaron a favor de que a más de medio millón de personas LGBT se les siga torturando con electroshocks, violaciones correctivas y privación de la libertad, porque por más que lo disfracen, que tuerzan la realidad y la llenen de mielecita, es en eso en lo que consisten las terapias de conversión. Y el PAN se posicionó claramente a favor de eso.
Queda más que claro que Acción Nacional como institución política es una institución hipócrita, convenienciera y falsa.
A ese partido político no le importan las personas LGBT+, no le importan sus derechos humanos, mucho menos la felicidad y el desarrollo de la comunidad LGBT+, no le importa la inclusión. Sólo le importan sus retrógradas ideas moralistas ultraconservadoras y la represión.
Hoy queda en el piso cualquier argumento que el PAN tenga a favor del colectivo LGBT+.
¿Y Morena?
Morena teniendo todos los votos para aprobar esta ley por mayoría simple la congeló por 5 largos años, sin voluntad política alguna para subirla a discusión, en cada ocasión la bajaban del orden del día. Y esto lo expusieron mismos diputados de morena de la comunidad LGBT+.
Y de pronto en pleno tiempo electoral, Morena ve cómo la oposición le coquetea a la comunidad LGBT y tal como en un juego de ajedrez refrescan la propuesta, la suben y ¡ups! todo Morena levanta la mano y la aprueban inmediatamente. Que conveniente.
El mérito de este logro es enteramente gracias a la sociedad civil, a los colectivos, a los activistas, que sin desistir lucharon y empujaron porque esta iniciativa se aprobara y fuera ley. Y hoy lo lograron. Gracias a ellos. A ningún partido político se le debe nada en este concreto tema. Todos son igual de hipócritas y convenencieros con la comunidad gay, sólo les importa el voto y el manejo mediático.
Ya lo he dicho, en México no existe «el mejor candidato» para elegir en comicios electorales, a los mexicanos nos toca votar por «el menos peor».
Y si en esta ocasión de manera personal me inclino por Xochitl Gálvez la cual no pertenece a ningún partido, pero está avalada por los partidos, es por qué se trata de ella. Pero el PAN como institución política no merece ni un solo voto de ninguna persona LGBT+.
Alvaro Díaz Herrera