Por: Guillermo Tovar Vázquez, cronista municipal de Autlán | Historias de plaza pública
Autlán de Navarro, Jalisco.- Aunque lo peor de la parte armada de la Revolución ya había pasado, los años de la primera mitad de la década de 1920 no fueron de absoluta tranquilidad en nuestra región. Aun antes de que aquí se vivieran los combates y la zozobra de la Guerra Cristera, los habitantes de las actuales Costa Sur y Sierra de Amula tenían de qué preocuparse en cuestiones de seguridad.
Una de las gavillas que quedaron activas en la Costa cuando Pedro Zamora quedó definitivamente fuera de combate en 1921 fue la que mandaba Ciro Tovar, de quien se ocupó, en algún momento, el mismísimo general Lázaro Cárdenas, por esos años jefe de Operaciones Militares en el Estado. El año 1924 fue de mucha actividad para las autoridades militares jaliscienses en nuestra región, por el trabajo que les dio Tovar.
Un ejemplo lo tenemos en los hechos ocurridos a inicios de octubre de 1924, hace 99 años. En la madrugada del día 3 de ese mes, en la población de Pabelo se libró un combate entre Ciro Tovar, quien estaba a la cabeza de un grupo de alrededor de 20 hombres, y el grupo comandado por el coronel José Tafolla, jefe del Sector Militar de Ameca.
Según el parte que envió Tafolla a la jefatura de Operaciones Militares, los hombres de Tovar fueron sorprendidos en Pabelo luego de varios días de persecución, generalizándose el combate en ese lugar, del que resultaron tres bandoleros fallecidos y un número indeterminado de heridos, a juzgar por las huellas de sangre que dejaron luego de su huida. También se recogieron algunos caballos y armas de los rebeldes.
Pero el principal resultado de esta acción fue el rescate de dos hacendados de la región de Atenguillo, que Tovar llevaba secuestrados desde hacía semanas y por los que había pedido rescate, siempre según el parte del coronel Tafolla. El cabecilla rebelde escapó de ser capturado porque se desprendió por una barranca, aunque la persecución seguiría todavía durante algún tiempo. Las fuerzas federales sufrieron una baja, en la persona de un agrarista de la región que militaba en sus filas (los agraristas fungieron durante esa época como fuerzas irregulares del Ejército federal, el líder agrarista Casimiro Castillo tuvo el grado de brigadier de estas fuerzas), y un paisano herido.
Ciro Tovar tendría un final trágico. Años después de esta acción sería asesinado a mansalva en calles de Purificación, a donde había llegado a acogerse a una amnistía. Pero su historia nos sirve ahora para conocer el estado de agitación que se vivía hace un siglo en nuestra región.
Fuentes:
- Una derrota a Ciro Tovar. Él logró escapar. El Informador, sábado 4 de octubre de 1924. Primera plana.
- Las fuerzas del gobierno rescataron a dos hacendados. El Informador, domingo 5 de octubre de 1924. Primera plana.
MV
