Por José de Jesús Guzmán Mora. Cronista de San Gabriel | Desde El Llano Rulfiano
San Gabriel, Jalisco.- Ahora les invito a conocer los pormenores de la vida y obra de dos personajes sud jaliscienses, entremos en materia.
Dr. José Emanuel Guadalupe de Jesús Palacios Ramírez, (1906-1987), un escritor y poeta de Tolimán, Jalisco.
El delicado poeta Emanuel Palacios, supo encauzar su discreción más absoluta, manifestándola en la eterna búsqueda, y finalmente, transformada en feliz encuentro. Supo reconocer que solo los motivos y los tópicos pueden ofrecer originalidad, gracias a los diferentes matices y recursos que nuestro idioma ofrece.
Así en la marejada emocional y coherencia del tono, escribía un recado al poeta laguense, J. Adalberto Navarro Sánchez:
TÚ, COMO YO, SABES QUE SOLO LA POESÍA ES INTELIGIBLE, QUE, COMO EL MAR, SE CONSTRUYE A SÍ MISMA, Y, COMO EL VEGETAL, NUNCA SE EXTINGUE; ESTÁ SIEMPRE REHACIENDO SU VITAL FORMA; Y SABES QUE ES COMO UN GRAN RÍO CAUDALOSO, Y EN ÉL, COMO UNA BREVE HOJA, VAMOS A LA DERIVA… En Revista Et Caetera, Nos. 33-34, Agosto, México, D.F. 1976.
Este singular ensayista y poeta, nació en Tolimán, Jalisco, el 12 de junio de 1906, fue inscrito en el Registro Civil con el nombre de José Emanuel Guadalupe de Jesús Palacios Ramírez, hijo del señor J. Santos Palacios Palacios, empleado público, y de la Maestra María Leonor Ramírez López (originaria de Tapalpa, Jalisco), quienes procrearon también a Ernesto y Miguel Ramón. Siendo aún muy pequeño murió su madre, por lo que tiempo después, su padre decidió trasladarse junto con su familia a Guadalajara, capital del Estado. Allá, el joven Emanuel hizo sus estudios fundamentales.
Estudió medicina en la Universidad de Guadalajara, titulándose en 1933.
Fue en la capital de los jaliscienses que desarrolló plenamente la pasión por la literatura, formando, entre 1926 y 1929, parte del grupo “José Enrique Rodó” con los jóvenes estudiantes Ernesto Santiago López, Gilberto Moreno Castañeda, los hermanos Guzmán Alemán y Javier Vivanco.
En mayo de 1929, fue miembro del grupo “Sin número, y sin nombre”, al que también pertenecían los destacados escritores, Agustín Yáñez Delgadillo, Alfonso Gutiérrez Hermosillo, J. Guadalupe Cardona Vera, Esteban A. Cueva Brambila y otros; a partir de esa temporada, una de las revistas literarias más prestigiadas “Bandera de Provincias”, le publicó sus poemas; igualmente sus creaciones aparecieron en “Gaceta literaria” de Madrid, España.
Fue Director de la Revista Alcance; miembro del grupo Los Contemporáneos. Colaboró en las Revistas Bandera de Provincias, Contemporáneos, Cuadernos Americanos (fundada en 1942), El Sol, y Et Caetera creada en 1950.
La Revista Bandera de Provincias (mayo de 1929 a 1930) fue una de las primeras iniciativas literarias de Guadalajara para sacar del «marasmo y silencio» a las provincias de México. Con la colaboración de Esteban A. Cueva Brambila, Alfonso Gutiérrez Hermosillo, José G. Cardona Vera y Emmanuel Palacios Ramírez.
Agustín Yáñez fundó la publicación, movido por el interés de descentralizar la cultura y romper el aislamiento de los escritores de Jalisco y de otras regiones del país.
Otros narradores y poetas cercanos a la revista fueron José Martínez Sotomayor, los miembros del Consejo Editorial Enrique González Martínez, Francisco González Guerrero y el secretario Emmanuel Palacios, quienes participaron con su poesía.
Sin lugar a dudas, la publicación fue heredera del movimiento cultural orquestado por El Centro Bohemio y Bandera de Provincias con la colaboración de algunos miembros del Ateneo de la Juventud, del grupo Contemporáneos y, en menor medida, de los exiliados españoles llegados a México tras la guerra civil española.
En 1930 fundó la Revista “Campo” junto con Agustín Yáñez, Alfonso Gutiérrez Hermosillo y Martínez Ulloa, al desaparecer “Bandera de Provincias” en su primera época.
En 1931, la Revista “Contemporáneos” fundada en 1928 y publicada hasta 1931, le publicó las siguientes producciones: “Alcancía”, “Taller poético”, “Ábside”; en los números 26 y 27 se incluyeron trabajos de Emmanuel Palacios, años más tarde lo hará en “El Sol” de Madrid, España; su obra se incluyó en “Antología poética de la poesía mexicana”, que editó en Roma, Italia, Manuel Maples Arce en 1940.
En 1933 se convirtió en el primer ciudadano de Tolimán, Jalisco en lograr un título académico, al graduarse como Médico Cirujano y Partero por la Universidad de Guadalajara, carrera que no ejerció porque, según sus palabras “… no es justo exponer la salud o la vida de las gentes, ejerciendo una profesión que no domino; mi pasión y verdadera vocación, son las letras”, estudió medicina solamente para satisfacer los deseos de su padre. Desde esa fecha radicó en la Ciudad de México, D. F., desempeñando el cargo de Subdirector General de Asuntos Indígenas de la Secretaría de Educación Pública.
En 1934 colaboró con la Revista “Fábula. Hojas de México”, de la Ciudad de México.
Fue secretario de educación en Jalisco mientras Everardo Topete se desempeñó como gobernador durante los años de 1935 a 1939.
En 1937 publicó en la Ciudad de México su libro de poesías “Vida a muerte”, en la editorial Simbad; realizó estudios de campo en Michoacán, en Zinacantán, Chiapas, San Pablito, Puebla y Tepoztlán, Morelos con los antropólogos Ralf Beals, Sol Tax y Óscar Lewis.
En 1938 y hasta 1941 fue colaborador de la Revista “Taller” de la Ciudad de México.
En la Ciudad de México, se desempeñó como Maestro Catedrático de Lengua y Literatura Castellana e Iberoamericana en Escuelas Secundarias y en la Preparatoria No. 1 “Erasmo Castellanos Quinto” y en la No. 2 llamada “Gabino Barreda”.
En la Revista Occidente, 1944-1945, surgida en la Ciudad de México haciendo énfasis en el papel que desempeñó como representante de un pensamiento universalista, pero, paradójicamente también regionalista, se destaca la participación de autores jaliscienses como Agustín Yáñez, José Guadalupe Zuno, Emmanuel Palacios, José Clemente Orozco, José Luis Martínez, Mariano Azuela y José Cornejo Franco, entre otros.
El director de la revista fue Salvador Gálvez, personaje alejado del ámbito literario, ya que destacó más como político que como escritor; Emanuel Palacios fungió como secretario.
EL Dr. Emanuel Palacios Ramírez, en 1948, viajó en representación del Instituto Nacional Indigenista a las áreas indígenas del suroeste de Estados Unidos, por la zona de Texas, Arizona y California.
En 1949, viajó a Lima y Cuzco, Perú como miembro de la Delegación Mexicana al Segundo Congreso Interamericano Indigenista. También conoció los proyectos de rehabilitación de la zona otomí del Valle del Mezquital mexicano.
En 1952 publicó “Mariano Azuela, un testimonio literario”, edición cobijada por el Instituto Tecnológico de Guadalajara. También en este año fue publicada parte de su obra en el texto “Antología de los 50 poetas contemporáneos de México”.
Al ser electo el Lic. Agustín Yáñez Delgadillo como Gobernador de Jalisco 1953-1959, el Dr. Palacios fue invitado a colaborar en su gobierno, por lo que regresó a Guadalajara y se desempeñó como como Diputado local propietario de Jalisco en la XL Legislatura por el Distrito XV con cabecera en Tamazula, Jalisco, en el que quedaba comprendido el municipio de Tolimán, Jalisco en el período comprendido del 1° de febrero de 1953 al 31 de enero de 1956, representando al Partido Revolucionario Institucional y teniendo como suplente a Salvador Moreno Castañeda. Fue integrante de la primera Comisión Revisora de Credenciales y también de la Comisión de Estilo.
Fue nombrado Coordinador General, del proyecto y realización de la Casa de la Cultura de Jalisco, primera en el país, por encargo del Lic. Agustín Yáñez.
En 1966 parte de su producción fue incluida en el libro “Jardín de la poesía mexicana: siglos XV a XX”; en tanto que en Et Caetera 1950-1988 con presentación, selección y notas de Pedro Valderrama Villanueva, Guadalajara, Jalisco: Secretaría de Cultura de Jalisco (Humanidades), fue tomada en cuenta su obra literaria.
Para el gobierno de Jalisco, el Dr. Emanuel Ramírez Palacios es considerado como un poeta, ensayista, crítico literario y político jalisciense; gobierno que le entregó la condecoración “José María Vigil” mediante el Decreto 7051 del Congreso de Jalisco, en la década de los años cincuenta.
Murió en la Ciudad de México, el 27 de noviembre de 1987.
***
Basilio Vadillo Ortega, (1885-1935), educador, político y diplomático.
El día 15 de julio de 1985, las fuerzas y organizaciones populares y progresistas de México, se reunieron en la Ciudad de México para rendir un justo homenaje al Maestro Basilio Vadillo Ortega, periodista, literato, gobernante, político y diplomático, en ocasión de celebrarse el Primer Centenario de su natalicio.
En ese acto, que fue muy concurrido, hicieron uno de la palabra destacadas personalidades del México contemporáneo, entre las que se contó con la presencia del Lic. Enrique Álvarez del Castillo, Gobernador Constitucional del Estado de Jalisco, quien entre otros conceptos aseveró que…
“[…] uno de los jóvenes jaliscienses que entregaron su vida a la acción revolucionaria, para lograr un nuevo orden, en el que la justicia y la libertad no fueran entelequias, sino realidades tangibles, fue el ilustre Maestro don Basilio Vadillo, de quien celebramos el Primer Centenario de su nacimiento en Zapotitlán, Jalisco, hoy de su nombre”.
“El Maestro Vadillo, templó su carácter en etapas sumamente rigurosas para nuestro país, sin embargo, jamás doblegó su espíritu ante la carga de los problemas, de las traiciones y las incomprensiones, al contrario, volvía con denuedo a la lucha para emprender nuevas tareas en bien de sus compatriotas…”
El Maestro don Basilio Vadillo Ortega, nació en Zapotitlán, Jalisco el día 15 de julio de 1885. Su padre falleció cuando él era muy pequeño, por lo que sus hermanos tuvieron que sostener a la familia, darles educación y formarles como hombres de bien.
Estudió en la Escuela Rural Mixta de Zapotitlán en 1890, plantel que dependía de la Iglesia Católica, allí asistían veintiuno alumnos. En la Ciudad de Colima, cursó sus estudios primarios. En 1898, comenzó a estudiar en el Seminario Conciliar Tridentino de Colima, sin embargo, abandonó sus estudios en 1902.
En los años de 1902 y 1903, realizó sus primeros ensayos periodísticos en una pequeña publicación que denominó “El discípulo”.
Su talento fue reconocido y se le pidió dirigir en 1903 la Escuela Primaria de Zapotitlán a la que asistían ciento cincuenta chiquillos descalzos, hijos de campesinos. Él los atendió con verdadera vocación de Maestro.
En 1904, Vadillo hizo su entrada en el periodismo de combate, había en Ciudad Guzmán dos periódicos en pugna: “El Observador”, de tesis radical y “La Luz de Occidente”, ultramonitor rabioso, que no ha de haber alumbrado mayor cosa; y colaboró en aquél, pegando fuertemente.
En 1906 pudo ingresar a la Sección Normal de Varones de la Escuela Superior de Colima, donde obtuvo su título de Profesor de Instrucción Primaria.
Sirvió en aquel estado en 1907, principalmente como Director de la Escuela “Ramón R. de la Vega” y como Secretario de redacción de la Revista “Vida y Luz”.
Cuando todavía era un estudiante desconocido en la Ciudad de las Palmeras, tuvo la oportunidad de destacar como orador en un mitin efectuado en esa ciudad. El Gobernador de la entidad, don Enrique O. de la Madrid, que lo escuchaba, tomó notas de las posibilidades de su talento, y un año después, en 1908, le ofreció una beca para que estudiara en la Escuela Nacional de Maestros de la capital, y ahí fue donde comenzaron sus éxitos.
Representó al Estado de Colima, en el marco de la celebración del Centenario de la Independencia de México en el Congreso Pedagógico Nacional que se efectuó en 1911, constituyéndose además en líder estudiantil.
Durante la usurpación “delahuertista”, el espíritu combativo y revolucionario que caracterizó a Vadillo se empezó a manifestar, cuando encabezó a un grupo de colegas –Cienfuegos y Camús, Leyva Velázquez, Teófilo Álvarez, José Juan Ortega Ramírez y Damián Alarcón–, entre muchos otros, quienes juntos marcharon hacia Mazatlán, Sinaloa, a efecto de adherirse a las tropas del General don Álvaro Obregón oponiéndose abiertamente al usurpador don Victoriano Huerta.
A la edad de veintitrés años se dirigió a la Ciudad de México para inscribirse en la Escuela Nacional de Maestros, en 1913 se graduó como Maestro Normalista.
El prestigio que, como educador beligerante, se había ganado en la capital de la República, se constituyó en factor determinante para que, de 1915 a 1917, el Gobernador de Colima, don Juan José Ríos, lo nombrara Director General de Educación, logrando en su administración la adhesión de la Escuela Preparatoria y la Escuela Normal a la dependencia del gobierno, y con ello, una verdadera transformación en los métodos de enseñanza elemental. También fue creador de la Escuela Normal Mixta en Colima y fundador de la Inspección o Supervisión Escolar.
El 13 de diciembre de 1915, bajo la dirección de Basilio Vadillo y otros destacados ciudadanos colimenses, se fundó en la ciudad de Colima La Casa del Obrero Mundial.
Fue Director de 1915 a 1917, del Periódico “El Baluarte” de Colima.
De 1918 a 1920, Vadillo figuró como Diputado Federal por Colima, en la XXVIII legislatura.
Fundó y dirigió varias publicaciones de apoyo al movimiento revolucionario, antes de que Álvaro Obregón lo reclutara como su publicista, labor en la cual fundó y coordinó “El Monitor Republicano” en 1919, órgano oficial del obregonismo y del Partido Liberal Constitucionalista
El 19 de diciembre de 1920, se llevaron a cabo las elecciones estatales, en las que se enfrentaron los candidatos:
- Carlos Cuervo, postulado por el Partido Liberal Independiente.
- Joaquín Méndez, por el Partido Demócrata.
- Salvador Escudero Carrillo, (gabrielense) respaldado por el Partido Nacional Jalisciense.
- Basilio Vadillo Ortega, con el apoyo del Partido Liberal Constitucionalista.
- Miguel Mendoza López, apoyado por una Coalición de agrupaciones políticas y civiles.
Los candidatos Vadillo y Escudero se convirtieron en los más fuertes. Vadillo era apoyado por Álvaro Obregón, el propio Alfredo Romo y por el Centro Bohemio, al que alguna vez perteneció Escudero; de ahí pues, que Vadillo fue considerado como el candidato “oficial”, y Escudero, el que podía vencerlo.
La contienda electoral resultó áspera y violenta, tanto que “escuderistas” y “vadillistas” se vieron envueltos en acciones rudas. El triunfo fue para Basilio Vadillo.
¿Quién lo diría? Dos coterráneos en plena lucha política.
La XXVII Legislatura oficialmente reconocida, la “vadillista”, se instaló el 1° de febrero de 1921 y trece días después validó las elecciones y reconoció oficialmente a Basilio Vadillo como gobernador electo, estableciendo el 1 de marzo siguiente para la toma del cargo.
El otro Legislativo, el “escuderista”, se instaló en Chapala, desde donde emitió sus protestas y realizó algunas acciones como nombrar “gobernador interino constitucional” a Salvador Pérez Arce, en sustitución de Francisco Labastida Izquierdo. El día 1 de marzo el congreso local nombró a Vadillo como Gobernador Constitucional de Jalisco, y en Chapala se daba posesión a Salvador Escudero, en sustitución de Salvador Pérez Arce.
Escudero insistió en que Jalisco, no merecía tener un gobernador impuesto contra la voluntad del pueblo y que su nombramiento no era un acto de rebelión, sino de dignidad y justicia.
El reconocimiento oficial de Obregón al triunfo de Basilio Vadillo el 4 de marzo, terminó con la última esperanza escuderista de proseguir la lucha.
El Profr. Basilio Vadillo fue Gobernador de Jalisco del 1° de marzo de 1921 al 17 de marzo de 1922.
Con dicho encargo visitó San Gabriel, Jalisco, el 26 de noviembre de 1921, con el propósito de inspeccionar la construcción del camino carretero entre Sayula y San Gabriel, se hospedó en la casa de don José Morett Pinzón.
De 1922 a 1924 fue nombrado Ministro Plenipotenciario ante el gobierno de Noruega; en este último año, debido a una reducción en el presupuesto de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se le extendió nombramiento, con igual categoría para Dinamarca, pero no llegó a hacerse cargo, pues en septiembre de ese mismo año, se le dieron credenciales e instrucciones para trasladarse con la misma calidad a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) durante el mandato del presidente don Plutarco Elías Calles; luego en Suecia, donde permaneció hasta que fue llamado a México en mayo de 1928.
Una vez en nuestro país, decidió no participar en la actividad diplomática, y sí de lleno integrarse a la vida política, participando en la formación del Partido Nacional Revolucionario, junto con Plutarco Elías Calles, Manlio Fabio Altamirano Flores, Aarón Sáenz, Luis L. León, Manuel Pérez Treviño, Bartolomé García Correa y David Orozco, el (PNR), que después se llamó Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y luego Partido Revolucionario Institucional (PR) en 1929, partido que presidiría del 10 de febrero al 22 de abril de 1930.
En la Ciudad de México fue el primer director durante 1929 a 1931, del periódico “El Nacional”, al crearse éste el 27 de mayo de 1929.
En diciembre de 1931, volvió a la vida diplomática, representando a México en Noruega, en la Unión Soviética, y en Uruguay hasta el día de su muerte ocurrida el 25 de julio de 1935.
Dejó inédito un libro llamado El campanario, escrito en Oslo, Noruega donde plasmó sus ideas en defensa del trabajador del campo mexicano, sus familiares lo editaron en 1985.
Como un homenaje a su trayectoria política, periodística, literaria y diplomática, el Congreso del Estado de Jalisco, expidió el Decreto número 8,376 de fecha 6 de abril de 1968 para que en lo sucesivo el municipio de Zapotitlán, sea llamado Zapotitlán de Vadillo, en su honor y en su memoria.
La Escuela Urbana No. 697 de esa localidad y municipio lleva el nombre de ese preclaro jalisciense: Basilio Vadillo.
Sus restos fueron trasladados a la Ciudad de México y depositados en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón de Dolores en la Ciudad de México.
El 15 de julio de 2015, justamente en el 130° aniversario del natalicio del Profr. Basilio Vadillo, se presentó su novela inédita La sortija del encomendero, publicada por la Secretaría de Cultura de Jalisco a través de la dirección de Investigaciones y Publicaciones.
La presentación de la novela se realizó en Zapotlán el Grande, Jalisco con la presencia del hijo del autor Björn Basilio Vadillo Paulsen, quien expresó su agradecimiento por difundir la obra del también exgobernador de Jalisco, y de quien hasta ahora solo se le conocía su novela El Campanario. También comentó que la publicación “… es un sueño cumplido para la familia, que mira el interés de la sociedad mexicana por la vida y obra del maestro Basilio Vadillo”.
Durante la exposición realizada en el salón “José Clemente Orozco” del Palacio Municipal de Zapotlán el Grande, el Lic. Samuel Gómez Luna Cortés, director de Investigaciones y Publicaciones destacó la importancia de rescatar y difundir la obra de Basilio Vadillo en una edición con prólogo de Miguel Ángel López Barajas.
En el acto protocolario de presentación, el Maestro Cayetano Chávez Villalvazo explicó que tras las gestiones del Gobierno Municipal de Zapotlán el Grande, y la presentación de una copia del texto original, la obra de 119 páginas fue impresa en octubre del 2014 por la Secretaria de Cultura del Estado de Jalisco, obra que expone la muerte del Presidente Álvaro Obregón a través del hilo conductor de un joven periodista.
REFERENCIA
GUZMÁN Mora, José de Jesús; textos inéditos.
MV
