Por: Jeniffer Samantha Luna Flores
Autlán de Navarro, Jalisco. 11 de abril de 2022. (Letra Fría) Las política educativas, de acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en México, comprenden el establecimiento de arreglos estructurales y sistemáticos que maximizan la probabilidad de que los educadores y los sistemas suministren las experiencias y resultados deseados para los alumnos en términos de pertinencia, relevancia, eficacia, impacto, suficiencia, eficiencia y equidad, por lo que deben ubicarse en el marco de una mirada normativa sobre qué tipo de sociedad es deseable construir, sobre qué hace la educación en la sociedad y para ella, y sobre la clase de educación a la que se aspira para todos y todas.
Una de las acciones que caracterizan a la política educativa de nuestro país es la modificación sexenal que se lleva a cabo con cada cambio de gobierno, reformas educativas que nacen en un sexenio presidencial y culminan con el siguiente, dado que cada administración modifica o implementa su propia Política Educativa. Se puede dar fe de la existencia de un Ordenamiento Jurídico complejo en materia de Educación que busca hacer válido en todos sus niveles y latitudes el derecho a una Educación de Calidad para toda la población mexicana, incluyendo a aquellos que se encuentran en situaciones de pobreza y condiciones de vulnerabilidad, con la limitación de una discapacidad, con necesidades educativas especiales y la comunidad indígena. Existen además leyes, acuerdos, decretos y reglamentos específicos que de la misma forma buscan ejercer una Educación de Calidad en igualdad y equidad, todo ello existe, sin embargo, los análisis realizados tanto por organismos nacionales como internacionales establecen los grandes desafíos que la educación en México enfrenta tanto en el logro de aprendizajes como en la erradicación de la desigualdad, lo que determina la ineficacia del Sistema Educativo Nacional para con sus metas y objetivos englobadas en su Ordenamiento Jurídico.
Para la OCDE, las mejoras de todo un sistema educativo sólo pueden darse si existe un apoyo político consecuente y un liderazgo continuo durante un cierto plazo de tiempo, y en México eso dista mucho de ser así.
Cada gobierno encuentra la necesidad de implementar cambios en el sistema, lo que muchas veces desconcierta, causa confusión y nos aleja aún más de los objetivos. No es hacer leyes por hacer, ni imitar modelos educativos de países desarrollados, ya que estos pueden cumplirlas en un alto porcentaje porque cuentan con los recursos económicos indudablemente necesarios. Se considera que en México además de no contar con los recursos económicos suficientes, estos son mal distribuidos y mal administrados por las autoridades, ya que no se destinan adecuadamente a las escuelas y a la población que los requiere, siendo otro de los graves problemas que enfrenta nuestro Sistema Educativo Nacional.
Toda práctica profesional requiere de la formación suficiente y de la comprensión de su contexto en función de sus objetivos y lineamientos. La educación es un derecho y un servicio que requiere de sus otorgantes gran compromiso y responsabilidad ligado a una amplia formación tanto pedagógica como sociocultural, así como de una práctica ética y humana.
Mucho trabajo por hacer y mejorar, mucho trabajo que no implica solo seguir edificando o modificando leyes, se requiere más que leyes para mejorar nuestro Sistema Educativo y alcanzar las metas y objetivos, se requiere valorar la educación como el camino hacia una vida digna y a la cual todos y todas tenemos derecho.
MA/MA
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