Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad.
Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia.
San Agustín
Por: Veiruth Gama Soria
Autlán de Navarro, Jalisco. 18 de abril de 2022. (Letra Fría) Este domingo 17 de abril del 2022, culminó la cuaresma, (período de cuarenta y seis días, desde el miércoles de ceniza hasta la víspera del domingo de resurrección), en la cual para la religión católica se trata de un lapso de 40 días de preparación, purificación, reflexión y conversión espiritual, en el que se exhorta a los fieles a guardar ayuno y penitencia, tal como lo hizo Jesús en el desierto, antes de su salida a la vida pública. Durante la Cuaresma, los ministros de la Iglesia católica se visten con ropas de color púrpura para simbolizar la tristeza, el dolor, la penitencia, el duelo y el sacrificio. ( www.significados.com ).
La Pascua celebra la resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado, según se relata en el Nuevo Testamento de la Biblia.
Con la Pascua finaliza la Semana Santa, días en los que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús el Viernes Santo y se celebra su resurrección y aparición ante sus discípulos el Domingo de Pascua.
En este tiempo de pascua, que significa “paso”, se nos invita a dar pasos de reconciliación para que reine la paz y nos unamos fraternalmente a efecto de realizar probas acciones, que conlleven al bienestar de nuestros semejantes dentro de nuestra comunidad, siendo solidarios, tolerantes y empáticos.
En el inicio de la Semana Santa, el pasado 12 de abril, se llevó a cabo la inauguración de la “Casa San Jenaro” en Autlán, la que tiene como objetivo fundamental el asistir a los sacerdotes de la tercera edad, cercanos o mayores a ella y/o enfermos, que requieran de una atención especial en lo físico, médico y espiritual, ubicada en la esquina de Obregón y Juárez de ésta ciudad.
La diócesis de Autlán (que acorde a la iglesia católica, es una parte del pueblo de Dios, cuya guía espiritual es encomendada al obispo), está integrada por 18 municipios:
- Tecolotán
- Atengo
- Tenamaxtlán
- Juchitlán
- Cuautla
- Ayutla
- Unión de Tula
- Ejutla
- El Limón
- El Grullo
- Autlán de Navarro
- Casimiro Castillo
- Villa de purificacion
- Cuautitlán
- Cihuatlán
- La Huerta
- Tomatlán
- Cabo Corrientes
La diócesis de Autlán está dividida en 7 decanatos. Cuenta con 3 diáconos y 126 padres de los cuales, 37 son adultos mayores y 7 discapacitados.
A propuesta del Obispo Rafael Sandoval Sandoval, la Casa Sacerdotal referida, lleva el nombre del mártir Jenaro Sánchez Delgadillo, que de acuerdo a la información biográfica proporcionada por la página https://www.vatican.va nació en Zapopan, Jalisco; el 19 de septiembre de 1886, Vicario de Tamazulita, de la parroquia de Tecolotlán, Jal; (Diócesis de Autlán). El párroco del vicario, elogiaba su obediencia. Los fieles admiraban su rectitud, su fervor, la elocuencia de su predicación, y aceptaban gustosos la energía del Padre Jenaro cuando les exigía la buena preparación para recibir los sacramentos.
En la aciaga época histórica denominada la “cristiada”, en México, los soldados y algunos agraristas le tomaron preso junto con unos feligreses amigos cuando iban al campo. A todos les dejaron libres menos al Padre Jenaro, quien fue conducido a un cerrito llamado «La Loma» o «Cruz Verde», cercano a Tecolotlán, donde había un mezquite, en el que le prepararon la horca. El Padre Jenaro colocado en el centro de la tropa, con heroica serenidad les habló: «Bueno, paisanos, me van a colgar; yo les perdono, que mi Padre Dios también les perdone y siempre viva Cristo Rey». Los verdugos tiraron la soga con tal fuerza que la cabeza del mártir pegó fuertemente en una rama del árbol. Y -según Wikipedia-, “como no estaba bien atado, el sacerdote continuó vivo toda la noche. Los soldados volvieron de madrugada, le pegaron un tiro en el hombro izquierdo, y ya en el suelo, le dio un bayonetazo que traspasó el cuerpo inerte del testigo de Cristo.” Muriendo en aquella noche del 17 de enero de 1927.
Fue beatificado el 22 de noviembre de 1992 y canonizado por su Santidad el Papa Juan Pablo II, en el Jubileo del año 2000, el 21 de mayo.
El corte del listón inaugural de la Casa Sacerdotal, fue realizado por el Obispo Rafael Sandoval Sandoval y por el Padre Héctor Ulises Aguirre Puente, promotor, inspirador y organizador de la Casa San Jenaro.
“Una necesidad muy urgente son los enfermos y los ancianos. Bendecimos este lugar: -Bendecir significa entregárselo a Dios-, se lo damos a Dios en los seres humanos. ¡Señor!, nosotros lo vamos a ocupar, pero queremos que tú estés presente, quien vaya estar aquí, sea un reflejo de tu presencia, que nos hagas saber ¡oh señor!, que ahí es donde te ayudamos más, porque no es el que hace más, ¡es más el que es más!,” (…). Fue un fragmento del mensaje de inauguración y bendición del Obispo Rafael Sandoval Sandoval.
La Casa San Jenaro, de aproximadamente 110 años de antigüedad, fue donada por la familia Villaseñor Bordes en el año 2018. Por tratarse de una casa histórica, se requirió solicitar permiso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para hacer remodelaciones, consistentes en la construcción de muros falsos y otro tipo de acciones de rehabilitación, para conservar la estructura original de la casa, la cual conserva las puertas originales. Su restauración se llevó a cabo con una inversión de 4 millones de pesos.
La Casa San Jenaro, cuenta con vestíbulo, cocina, áreas de lavandería y de enfermería y 7 recámaras. Está condicionada para atender a 10 personas.
Este proyecto se cristalizó a través de: Fraternidad Rivoriense A.C. “Nacimos para servir y la vida nos hizo hermanos”, cuyo objeto social es asistir a personas sin hogar, a indígenas con necesidad y becar a sacerdotes que salen a estudiar, también asistir a la población en caso de desastre natural.
De esta Asociación, se integró un patronato a efecto de brindar el mantenimiento a la “Casa San Jenaro”, que requiere de un presupuesto de $30,000.00 pesos, para el gasto de nómina mensual, razón en ello el trabajo de búsqueda constante de bienhechores, con el propósito de cubrir las necesidades elementales de esta Casa Sacerdotal.
Los sacerdotes son personas que tienen un apostolado de servir a Dios y a la comunidad religiosa, enseñando la fe, dirigiéndoles, preparando y dando sermones, ofician liturgias de bautismo, confirmación, primera comunión, bodas, exequias, etc., carecen de seguro social, de retiro, prestaciones de ley y otros beneficios que algunas otras personas poseen por ley en su ámbito laboral.
La Casa Sacerdotal, brinda a los sacerdotes un trato digno, humano y solidario.
Entrevista a la Administradora de Fraternidad Rivoriense A.C. Sara María Aguirre Castellanos https://fb.watch/cscCS70lHe/
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