Por: Luis Manuel Martínez Rivera | Refranero ambiental
Autlán de Navarro, Jalisco. 01 de agosto de 2022. (Letra Fría) Hace apenas unos días que Jalisco fue nota nacional e internacional por la exportación de aguacate después de 10 años de estar intentando exportar a los Estados Unidos directamente desde Jalisco.
Los inspectores agrícolas estadounidenses están solamente preocupados por que los aguacates mexicanos no porten enfermedades ni plagas que puedan perjudicar a los huertos de Estados Unidos, el tema ambiental no es su prioridad para autorizar el ingreso del aguacate mexicano, y la prueba ha sido el estado de Michoacán, en donde se ha documentado la pérdida de 6 a 8 mil hectáreas, deforestadas cada año de acuerdo con el Global Forest Watch para el 2019. Esto por ser hasta antes de estos días, el único estado que podía exportar aguacate a los Estados Unidos y al cual le cubren casi el 93% del aguacate que se consume en ese país.
La respuesta del gobernador de Jalisco ante la problemática ambiental fue que “La idea de empujar la agenda de certificar al aguacate como un producto libre de deforestación no debe de ser un tema nada más de algunos productores. Queremos sentar las bases con ustedes para que sea una obligación de todos, por el bien de la industria”.
Esto, para empezar, de acuerdo con Violeta Meléndez (Mural, 31 de julio), solo el 4.5% del aguacate en Jalisco cuentan con certificados ambientales que acreditan que no deforestaron bosques para establecerse.
De igual manera Agustín del Castillo (Suspicaz, junio 2019), documentó la gran pérdida de bosque que ha sido transformado a huertos aguacateros y que además del cambio de uso del suelo no autorizado, les compiten a las comunidades por el agua para el riego de sus árboles, reduciendo me manera drástica el agua disponible para uso doméstico.
Ahora el gobierno de Jalisco ha implementado una estrategia de certificación industrial de cultivos agrícolas libres de deforestación, tal como el tequila con la certificación ARA (agave libre de deforestación), la carne libre de deforestación en zonas pecuarias y últimamente, es decir, esta semana, el aguacate libre de deforestación.
Básicamente tres actividades productivas: el agave, los pastos y el aguacate, que son los principales responsables de la deforestación en Jalisco, tal como lo mencionara el Secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) , Sergio Graf Montero, titular de la Secretaría, “en 20 años (de 1993 al 2013) el estado de Jalisco perdió 729,000 hectáreas de bosques y selvas.
La actividad ganadera, el cultivo de agave y aguacate son consideradas las causas directas más importantes de deforestación en Jalisco” (Patricia Romo, El Economista, mayo 2021).
Es decir, que estos mismos cultivos responsables de la deforestación en Jalisco ahora producen productos de exportación libres de deforestación. Se le da una certificación ambiental a la agroindustria, sin considerar, además, las externalidades que ha implicado las zonas donde ahora se produce agave, aguacate y pastos.
El aguacate ha sustituido zonas establecidas por vegetación de pino en el sureste del estado, ha despojado de las fuentes de agua en las comunidades y, por si fuera poco, ahora el aguacate se está estableciendo en el llano en llamas, en donde el agua es el factor limitante y junto con la uva empiezan a acaparar las concesiones de agua de la región, generando conflictos y despojando a las comunidades de la poca agua que existe en esta zona.
El cultivo del agave no solo genera cambios en el uso del suelo, sino que también sustituye áreas agrícolas o pecuarias ya abiertas, lo que ocasiona que los pastizales sean desplazadas hacia zonas más altas generando más cambio de uso del suelo.
Además, el agave es sembrado en suelos con alta pendiente, sin curvas de nivel, y con un alto uso de pesticidas, lo que mantiene el suelo desnudo por entre 5 a 7 años, generando muchos problemas de erosión y arrastre de agroquímicos contaminando los cuerpos de agua.
Pero además en el proceso de transformación a tequila, licor de agave o cualquier destilado, se generan gran cantidad de vinazas y bagazo, con una carga orgánica muy alta y con presencia de metales pesados que son descargadas también a ríos y arroyos sin tratar.
Por otro lado, los pastizales son los principales responsables del cambio de uso del suelo en la Costa de Jalisco y no es necesario ver mapas de uso del suelo de diferentes fechas, con solo recorrer por las carreteras de los municipios de Casimiro Castillo, Villa Purificación, La Huerta, Tomatlán, Cihuatlán y Cuautitlán, se puede apreciar la deforestación para incrementar los pastizales.
Además, gran parte de los incendios de la región, están asociados a la práctica de quema de pastizales antes de la temporada de lluvia para favorecer el nuevo rebrote de pastos.
Entonces, ¿Cómo queremos dar una certificación ambiental a estos cultivos si no lo vemos desde una perspectiva integral? De todo el impacto que causa al medio ambiente, a la deforestación, al cambio climático, a la contaminación de suelo y cuerpos de agua, etcétera.
Y no se trata de no producir estos cultivos, sino hacerlos de manera responsable, no pensando solo en proteger a los industriales, sino también a las comunidades que se ven afectadas por todos estos daños al ambiente y a la biodiversidad de nuestro estado.
CAC