Por: Néstor Daniel Santos Figueroa.
Autlán de Navarro, Jalisco. 11 de junio de 2018. (Letra Fría).-Los libros de historia, de anécdotas, periódicos, revistas y blogs, constituyen una especie de memoria social de los pasos que ha dado una población hasta ser lo que es hoy en día. Respecto de El Grullo y su identidad aparecen apenas dos rasgos distintivos en común.
El primero de ellos se desprende del trato dado por la ciudad vecina a la población en sus primeros años de vida, cuando se dependía políticamente de ella. Todo esto desembocó en la “independencia” que se alcanzó al obtener la categoría de municipio. No obstante los datos sobre la cooperación entre autlenses y grullenses que han salido a la luz y que podrían echar abajo esta idea, el resentimiento hacia Autlán tristemente forma parte de la identidad grullense.
Después de los primeros 50 años como municipio independiente, en los que se sobrevivió en un ambiente lleno de incertidumbre e inestabilidad política y social, vinieron 40 años de estabilidad. Aparecieron los músicos, educadores, intelectuales, benefactores, impulsores de nuevas maneras de hacer las cosas. Aquí fue donde se forjó el segundo de los rasgos que distinguieron a la población y que en los últimos años entró en una crisis como símbolo de una población que entraba a una nueva dinámica global: el cooperativismo. Tres grandes cooperativas, dos financieras y una de consumo, nacieron y fueron sinónimo de El Grullo, para beneficio de toda la población. Del cooperativismo nace el orgullo de los grullenses en tanto comunidad, de un pueblo que creció gracias al apoyo de todos.
El Grullo, en los últimos años entró en una dinámica de cambios. La obra pública le imprimió otro rostro, la vocación comercial transformó la vida de la comunidad, el deseo de ser parte de un nuevo orden mundial, global, fijó los intereses de los jóvenes en valores cada vez más alejados de la idea de pertenencia. Y que, al tratar de afirmarla, se cae en vacíos, sinsentidos o se llega al extremo de proclamar que todo grullense “lleva una grulla en el corazón”.
(El reto, es tratar de rescatarla, de resignificarla… las tradiciones populares que se forjaron en El Grullo, por ejemplo, desaparecieron, o casi lo hicieron, y las nuevas no son precisamente motivo de orgullo… ¿este tema está en la agenda de los y las candidatas?)
AJEM