Por: Darinka Rodríguez
Autlán de Navarro, Jalisco. 16 de febrero de 2022.- (Letra Fría) El pintor tapatío Rubén Espinoza Aguilar confiesa con una sonrisa que desde que egresó de Artes Plásticas en la Universidad de Guadalajara (UdeG) hace 40 años, ya pintaba toros. Por eso para él exponer su obra pictórica en Autlán de Navarro, como parte del programa de su carnaval taurino, es un sueño cumplido.
Este lunes 14 de febrero, junto con el comienzo de las actividades de la Semana Cultural Taurina en Autlán, fue inaugurada la exposición pictórica «La fiesta brava» del artista plástico Rubén Espinoza. Esta exposición que se exhibe dentro de las instalaciones de la Casa Universitaria CU Costa Sur está conformada por una selección de pinturas con temática taurina realizadas en diversas épocas y con diferentes técnicas.
«La obra que se presenta aquí es parte de varias series. Por ejemplo, traje un par de dibujos de una serie como de 40 ilustraciones que expuse en otra ocasión. De otra serie de alrededor de 10 cuadros, que se llamó «El toro y el poema» me traje tres o cuatro para exponer; esa serie está hecha con barniz, copal y pigmento. Son series creadas en diversas etapas», explica el maestro Rubén Espinoza.
«La fiesta brava» está compuesta por 17 cuadros que representan diferentes escenas del mundo taurino; como algunas suertes del toreo de capote, la media Verónica y la Verónica de razo, retratos de toreros de renombre, como Manolete, y paisajes con toros de lidia. A través de estas obras, Rubén Espinoza busca darle sentido a la definición de «arte», que él apoya en los términos griegos tekné, poiesis, aestesis y catarsis.
«Lo que los griegos llamaban aestesis, que nosotros conocemos ahora como estética, no es otra cosa que el sentir espiritual, lo que nos conmueve. Este término es muy digno de analizarse y aplica mucho a la tauromaquia, porque estética es todo lo que nos emociona; bien puede ser algo cómico, terrorífico o dramático, y todo eso lo encontramos en los toros. El miedo es una expresión estética. Por esto es que muchos pintores hoy en día presentan obras que nos causan horror, pero que definitivamente tienen un valor estético», expone el artista plástico.
De todas las obras que hay en la exposición, Rubén Espinoza confiesa que su favorita es la que lleva por nombre «Homenaje a Federico Garibay». Federico Garibay, el gran bibliófilo taurino apoyó la carrera del pintor tapatío, proporcionándole material de consulta para la creación de sus obras.
«Hay una pieza que no pude traer por problemas de logística en el traslado, y que es un cuadro que yo no vendería, en el que Federico Garibay me apoyó mucho. Él tenía una biblioteca impresionante y era muy celoso con sus libros. Conseguí que me prestará un libro después de jurarle que se lo iba a regresar. Lo necesitaba para hacer una consulta para realizar el cuadro que no pude traer. El cuadro se llama «La Sangre derramada», es muy interesante porque está basada en un poema de Federico García Lorca. En el cuadro hay dos toros en el campo, un torero de espaldas, la arena está compuesta por los retratos de muchos toreros que han muerto y en el centro hay un toro muriendo por una estocada», comparte Rubén Espinoza, y recuerda que a partir de entonces cada que Federico Garibay le prestaba un libro, él se lo regresaba con un dibujo adentro.
La ilusión del pintor tapatío de venir a exponer su obra a Autlán surgió hace más de 20 años, cuando realizó la portada de un libro que se llama Autlán Taurino escrito por Emma Gómez Uribe, del cual conserva con nostalgia algunos ejemplares.
Actualmente «La fiesta brava» se encuentra expuesta en la Casa Universitaria CU Costa Sur, y está abierta al público en general. A quienes deseen visitar esta exposición se les pide hacer uso correcto del cubrebocas y respetar las medidas sanitarias.
Edición: Gladiola Madera
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