Por: Perimetral | Red Macollo
Guadalajara, Jalisco. 20 de octubre 2022. (Letra Fría) .- Jobis leyó acerca del no binarismo e inició un viaje a las noches de su infancia; se preguntaba qué pasaba si no quería ser niño ni tampoco niña, pero la cosmogonía wixárika y, su entorno, no le daban respuestas para esa pregunta crucial.
Pasaron 20 años cuando descubrió una parte esencial de su identidad.
Reconocerse no binario y definirse como elle, después de una larga lucha entre confusiones, discriminación y violencia social, le despertó elevar su voz tan alto como sea posible, pensando en quienes necesitan tomar valor, le escuchen y se identifiquen cuando se descubran.
Jobis es originarie de San Andrés Cohamiata. Su comunidad wixaritari está al norte de Jalisco, tiene 26 años de edad y egresó de la carrera de agronomía que estudió en Guadalajara.
Sus orígenes están sentados entre dos pueblos: el de su papá que es la localidad llamada Popotita y el de su mamá, en Ciénega de Guadalupe.
Un pasado medianamente amable
Aunque su infancia y adolescencia no fueron sencillas, el brillo de Jobis le alcanza para reconocer que su pasado pudo ser peor, como lo ha sido para otras personas en sierra wixárika, donde las prácticas machistas se filtran en la toma de decisiones comunitarias y la violencia feminicida se encuentra como «suicidios».
En aquel momento para él fue <<sencillo>> ser gay en su comunidad, aunque para su familia era un error que su hijo prefiriera convivir con niñas.
La casa de la abuela paterna en Popotita era un sitio para el juego con muñecas, cocinar, pintarse, bordar, un lugar seguro.
Para Jobis algo que lo ayudó mucho a convivir en la comunidad fue su carácter: alegre, social y la autenticidad en todo sumado a sentir orgullo por quién es.
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