Las mujeres llegamos a la menopausia presas de la ignorancia y el aislamiento, con el estigma social del envejecimiento, la enfermedad y la muerte, sin herramientas que nos permitan vivir dignamente ese momento y comprender la transición que atraviesa nuestro cuerpo, lo que podemos hacer para sentirnos mejor y cómo acompañarnos para derribar los mitos, disfrutar y comprender plena y compasivamente a las mujeres en las que nos estamos convirtiendo
Por: Mely Arellano @melyarel/Ladobe
“¿Sienten como que ya no son las mismas que antes?” La pregunta es brutal. La publicación, lanzada en un grupo de Facebook exclusivo para mujeres que están en transición a la menopausia, obtiene más de cien respuestas. Todas coinciden. Sí, ya no somos las mismas.
Los cambios comienzan sutilmente, puede ser un poco (más) de cansancio, o un poco (más) de ansiedad, ciclos menstruales (más) irregulares, aumento de peso, o quizás solo bochornos, que suele ser el síntoma más común y por lo tanto el que más se asocia con ese momento.
En mi caso fue una combinación. Lo primero que noté fueron retrasos en mi periodo, aunque para la ginecóloga que consulté “eso no es irregular”; luego comencé a subir de peso sin motivo aparente y finalmente apareció la señal inequívoca: los bochornos.
En enero de este año, por primera vez en mi vida tuve un episodio de migraña, además, para ese momento ya padecía de insomnio. No es que no pudiera dormir, sí lo lograba, pero despertaba a las 3 o 4 de la madrugada mojada en sudor, y era muy difícil volver a conciliar el sueño. Siempre me sentía cansada.
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