Por: Carmen Aggi Cabrera
Autlán de Navarro, Jalisco. 20 de mayo de 2022. (Letra Fría) Los líderes nahuas Higinio Trinidad de la Cruz y Javier Flores Elías, defensores de la Sierra de Manantlán, fueron privados de su libertad esta madrugada por gente armada y supuestos policías municipales, quienes irrumpieron en la sierra y se los llevaron.
De acuerdo con la denuncia de organismos de Derechos Humanos, quienes acompañan a la comunidad nahua en su lucha por la defensa de la Sierra de Manantlán, Higinio Trinidad de la Cruz fue integrante de México Nueva Ruralidad y Javier Flores Elías, representante del Fondo Regional de Solidaridad de la Sierra de Manantlán AC.
Esto ocurre diez años después de la desaparición del líder nahua, Celedonio Monroy Prudencio, quien, en octubre de 2012 fue secuestrado en la comunidad de Loma Colorada, municipio de Cuautitlán de García Barragán, en la costa sur de Jalisco, por un grupo de hombres que irrumpieron en su domicilio. Él denunció la tala ilegal y la explotación de mineras transnacionales. Higinio Trinidad de la Cruz y Javier Flores Elías fueron colaboradores de Celedonio Monroy Prudencio.
De acuerdo con los primeros reportes, la privación ilegal de la libertad ocurrió en la Sierra de Manantlán, en el municipio Cuautitlán de García Barragán, después de la media noche. Ellos estaban en las rancherías de Lagunillas y Quiroma, en el ejido Ayotitlán y hasta ahí fueron sujetos armados y se los llevaron.
Familiares y compañeros reportaron los hechos a las autoridades federales. Desde esta madrugada la Guardia Nacional implementar un operativo de búsqueda en la zona. Hasta ahora no los han localizado.
Ambos líderes Nahuas habían recibido amenazas como consecuencia de lucha por el reconocimiento de su territorio. La comunidad nahua ha denunciado hostigamiento, violencia y persecución por no aceptar vender sus tierras o cederlas a empresas o particulares.
Nahuas han denunciado que no solo las empresas mineras han saqueado a la Sierra de Manantlán, también hay explotadores ilegales de maderas y de agua. Las tierras no las pueden dejar descansar porque si no las cultivan llegan personas ajenas a la comunidad que se apropian de éstas y los despojan.
La Red Jalisciense de Derechos Humanos (RJDH) ha exigido al gobierno del Estado que el reforzamiento de seguridad sea permanente y real en esa zona, para blindar a las comunidades indígenas.
MA/MA
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