Ya una vez fuimos el tapete del millonario ahora presidente de los Estados Unidos, el gobierno de Peña Nieto se atrevió a invitarlo cuando no había hecho nada más que insultarnos; hoy nos vuelve a pasar por encima, a costa de quién sabe qué, dejando en evidencia que el muro de Trump ya está listo, es México.
Por: Lourdes Cano Vázquez
Guadalajara, Jalisco; 19 de junio de 2019. (Letra Fría) Hace algunos meses, cuando el gobierno estaba por entrar en sucesión presidencial, tanto AMLO como Marcelo Ebrard, habían declarado tener los brazos abiertos a los migrantes que quisieran pasar a buscar el sueño americano, que no les impedirían el paso, para ese entonces, se preparaba aún la primer caravana migrante rumbo a la frontera en Tapachula, Chiapas.
Mientras, del otro lado de la frontera norte, Donald Trump juraba aún que México pagaría por el muro que como promesa de campaña, lo llevó a la presidencia de Estados Unidos.
Desde que asumió como presidente de México, AMLO ha evitado todo enfrentamiento con Trump, más aún, le escribió una carta en la que habla de amor y amistad, pero lo de Trump, es pasar por encima de quien sea y a costa de lo que sea para conseguir su cometido.
Y aquí estamos, meses después en medio de una crisis migratoria en el sur y otra crisis diplomática en el norte, en medio de la solidaridad con las naciones centroamericanas que en su desesperación arriesgan la vida, y el abuso a sus derechos humanos, y de la sumisión ante las amenazas del socio comercial del norte, que mira con indiferencia nuestra vulnerable economía como una moneda de cambio.
A Trump ya no le importa un tratado comercial, en realidad no le importa cuántos migrantes cruzan o no, al menos no es esa su principal preocupación, hay que ver más allá y entender que esto es un tema meramente electoral. Será a finales de este año cuando se decida si Trump tiene posibilidades de reelegirse por un segundo mandato y de nueva cuenta México será su villano favorito.
Al día de hoy, más de 6 mil elementos de la recién creada Guardia Nacional (pensada para combatir el crimen organizado), es la fuerza que detiene a los migrantes en su paso hacia Estados Unidos, esto, como parte de una negociación de la que no sabemos los términos y de la que el gobierno mexicano celebró como un logro.
Ya una vez fuimos el tapete del millonario ahora presidente de los Estados Unidos, el gobierno de Peña Nieto se atrevió a invitarlo cuando no había hecho nada más que insultarnos; hoy nos vuelve a pasar por encima, a costa de quién sabe qué, dejando en evidencia que el muro de Trump ya está listo, es México.
MA/AC