Unión de Tula, Jalisco.- La primera cosecha del huerto biointensivo orgánico de la Escuela Primaria Rural «Josefa Ortiz de Domínguez» en la localidad de La Piñuela refleja el trabajo en conjunto y la relación que las y los niños tienen con la tierra.
La directora de Ecología y Medio Ambiente del municipio de Unión de Tula, Mayra Michel Larios explicó a Letra Fría que después del proceso de riego, fertilización, deshierbe y siembra, las y los niños de esta primaria vivieron por primera ocasión la cosecha de lechuga, arúgula y zanahoria. También producen tomate, pepino, cebolla, chile y jitomate.
El huerto biointensivo de esta primaria lo instalaron a finales de octubre del año pasado a petición de las y los docentes que tienen el interés de vincular esta actividad con el espacio de cocina donde aplican el programa Me Nutre.
A decir de la funcionaria, en el municipio existen otras tres escuelas que cuentan con huertos biointensivos, aunque consideran a este como el que ha resultados más exitosos por el compromiso de las madres, padres de familia y las y los docentes.
El proyecto de la instalación de los huertos intensivos es una acción en conjunto realizada entre la JIRA-Junta Intermunicipal de la Cuenca Baja del Río Ayuquila, la Dirección de Ecología y Medio Ambiente del municipio y la comunidad escolar.
Las instituciones proveen de toda la materia prima, equipo, herramientas, biofertilizantes y a la escuela le corresponde el cuidado y manutención del huerto.
“Estoy contenta por este huerto exitoso, es la suma de esfuerzos de todas las instituciones, la parte educativa, las familias, cada quien ha hecho la aportación que le corresponde”, dijo Mayra Michel.
Pendientes tres huertos más por instalar
Cuando una escuela solicita la instalación de un huerto biointensivo, lo primero que deben hacer por parte de la institución educativa es preparar una plática inicial para explicarle a las niñas y niños las funciones del huerto y una pequeña introducción.
Por parte de la JIRA y el municipio hacen un taller teórico-práctico para hablarles del proceso de preparación de la tierra, la siembra, el riego, los nutrientes requeridos para cada cultivo.
En el caso de la Escuela Primaria Rural de la Piñuela donde hay aproximadamente 25 niñas y niños, la experiencia de la primera cosecha fue emotiva, compartió Mayra Michel.
Recordó como uno de los niños estaba probando todo lo que habían cosechado y entre las personas adultas tenían la certeza de que no había ningún riesgo por que son productos totalmente naturales, cero tóxicos.
La directora de Ecología y Medio Ambiente compartió que tienen tres huertos biointensivos pendientes por instalar -que quizá estarán listos para finales de enero- uno de ellos en un preescolar, y dos en primarias (una en la cabecera municipal y otra en una localidad).
Respeto por la tierra
Fomentar este tipo de actividades en las nuevas generaciones favorece valorar la tierra que es agradecida, además las y los niños tienen la certeza de que están en un lugar seguro y que lo que van a consumir es algo sano. Ya desde estas edades entienden algo de lo que esto implica.
También aprenden a valorar el trabajo que hacen quienes trabajan en el campo, porque ellos están en todo el proceso desde la preparación de la tierra.
A través de la experiencia con estos proyectos, Mayra Michel hizo un llamado a las y los docentes para que se animen a enseñar fuera del aula que no lo vean como una carga si no como una parte esencial del proceso de enseñanza.
