Por: Esther Armenta
Autlán de Navarro, Jalisco. 24 de febrero del 2022. (Letra Fría).- En las regiones Sierra de Amula y Costa Sur, intoxicarse con plaguicidas fue una experiencia vivida por 558 personas entre los años 2015 y 2020, según cifras de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), misma que reportó un total de 3 mil 479 personas intoxicados a nivel estado en un periodo de cinco años.
Los datos de la SSJ indican que en la Jurisdicción Sanitaria VII, integrada por 19 municipios de las regiones antes referidas, las atenciones por dicha causa disminuyeron un 57 % del 2015, cuando hubo 114 casos, al 2020 que tuvo 66 atenciones.
Así mismo la dependencia indicó que en ese último año reportado -2020-, el 63 % de las personas intoxicadas se ubican en un rango de edad de los 20 a los 59 años; 38 hombres y cuatro mujeres.
La instancia estatal no comparte otras particularidades de los afectados por pesticidas, como la ocupación, pero para el profesor e investigador del Centro Universitario de la Costa Sur (CU Costa Sur), Luis Manuel Martínez Rivera, los trabajadores del campo son los primeros en recibir los impactos negativos de la aplicación de plaguicidas agrícolas.
“Probablemente seamos los que más nos veamos afectados (ciudadanos), pero podemos partir primero de las personas que aplican los productos que, aún cuando existen normas y reglas de cómo deben aplicarse, no se hace. A veces son los dueños pero muchas veces son jornaleros que no llevan el equipo adecuado, que no están protegidos y tienen la exposición directa a los plaguicidas, entonces ellos se están generando problemas a su salud”, dijo.
Martínez Rivera puntualizó que en segundo plano se ve afectada la población vecina a los campos de cultivo intensivo, quienes no tienen el contacto directo pero perciben daños secundarios de la aplicación de este tipo de productos.
“Segundo, ciudadanos que no tenemos nada que ver de manera directa con la agricultura, que vivimos cerca de un valle agrícola y que nos está llegando vía exposición del aire o del agua que consumimos o los alimentos que nos comemos, nos están llegando productos químicos que dañan nuestra salud sin estar vinculados. Yo creo que esta es la parte importante en la región y lo que pasó aquí en El Mentidero”, refirió.
Tan solo en los municipios de Autlán, El Grullo y El Limón, al año se utilizan más de 30 mil litros de glifosato, 15 mil litros de insecticida y 6 mil toneladas de fertilizantes nitrogenados, de acuerdo con los datos de la Comunidad de Aprendizaje Urbano Campesina de Autlán.
Edición: Gladiola Madera
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