El libro «Señas, palabras y silencio» de la autora Graciela Rascón Miranda, que fue presentado en la Feria Internacional del libro de Guadalajara, describe los principales desafíos que debe afrontar la sociedad para garantizar los derechos y libertades fundamentales de la comunidad sorda.
Por: Darinka Rodríguez
Autlán de Navarro, Jalisco. 05 de diciembre de 2021.- (Letra Fría).- La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) no es únicamente un enorme festival cultural en torno a las letras, sino que también funge como un espacio para reflexionar y visibilizar las problemáticas sociales que prevalecen actualmente. Un claro ejemplo de ello fue la presentación del libro «Señas, palabras y silencio» de la autora Graciela Rascón Miranda, el cual describe los principales desafíos que debe afrontar la sociedad para garantizar los derechos y libertades fundamentales de la comunidad sorda.
«Señas, palabras y silencio» fue posible gracias al trabajo coordinado de varias instancias; entre ellas la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), la Unidad de Inclusión de la Universidad de Guadalajara, la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y el Centro Universitario de los Lagos (CULagos).
La presentación del libro, el pasado martes -1 de diciembre-, contó con la participación del presidente de la CEDHJ, Alfonso Hernández Barrón, quien acompañó a la autora. Hernández Barrón se refirió a la obra de Graciela Rascón, como «una herramienta y una guía para quienes deseen profundizar sobre las circunstancias que rodean a la comunidad sorda y, en general, a las diferentes poblaciones con discapacidad».
Aunque una minoría, en México la comunidad de personas con discapacidad auditiva se compone de alrededor de 2.3 millones de personas, esto de acuerdo con información de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Por otra parte en 2020, el INEGI registró un total de 65 mil niñas, niños y adolescentes sordos en todo el territorio nacional.
El libro funciona como un instrumento en favor de los derechos humanos de las personas con discapacidad y promueve la defensa de la dignidad humana bajo el principio de la no discriminación. Sin embargo, la autora recalcó que el libro funciona como una herramienta, y que debe de ir acompañado por acciones contundentes de parte del gobierno y la sociedad. Por ejemplo, destacó la necesidad de contar con intérpretes de Lengua de Señas Mexicana para impulsar el pleno desarrollo de las personas que forman parte de la comunidad sorda. Habló además de la gran necesidad de preparar docentes que dominen la lengua de señas y animó a los padres de familia a no sufrir un duelo con sus hijos sordos, solamente, manifestó, «hay que aprender los procesos de comunicación».
EA/GM
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