Rieleras y juanes, el encuentro con periodistas de otras fronteras y otras realidades siempre deja aprendizajes, particularmente producto del contraste entre la realidad del ejercicio periodístico en estas latitudes latinoamericanas de precariedad laboral y otras vivencias vinculadas al quehacer informativo en otras partes del mundo.
La Feria Internacional del Libro en general y el Encuentro Internacional de Periodistas en particular, ofrecen ese contexto de intercambio de conocimientos, en el que a estas trenzas le llamaron la atención las reflexiones de Dima Khatib, directora ejecutiva de AJ+ (que se pronuncia “a jota plus”) o también conocida como Al Jazeera Plus, que al decir de ellos mismos es “una comunidad de noticias online global que busca resaltar las luchas y logros humanos y empoderar las voces apasionadas y retar el status quo” (AJ+, 2015).
Dima Khatib recordó varias de las lecciones de ética periodística que en la universidad repasamos, al referirse al reconocimiento que cada profesional de la información debe hacer de la inexistencia de la objetividad periodística, porque cada persona que ejerce inevitablemente afecta los contenidos que publica con las decisiones cotidianas, sean personales o las que tienen que ver con las organizaciones de medios a las cuales pertenecen y con las instituciones a las que los medios informativos están vinculados.
Tratamiento mediático
Llamó la atención sobre el tratamiento mediático de los temas de guerra, en particular al conflicto bélico entre el estado de Israel y Palestina por la Franja de Gaza y la tendencia de los medios estadounidenses y de otros países poderosos del occidente europeo a velar o matizar los actos de barbarie israelí en contra de la población palestina, en una guerra que se ha convertido en una masacre civil, así como a exacerbar los ataques de Palestina a Israel.
A manera de ejemplo, presentó titulares tendenciosos como el de la traducción al español de uno de ellos que decía “Una bala perdida encontró su camino hacia la camioneta y mató a una señorita de 3 o 4 años”, en la que se relata el asesinato de una niña palestina restando importancia y responsabilidad al asesino miembro del ejército Israelí que accionó el arma emisora del proyectil, en cuya trayectoria pareciera que por accidente se encontró a una persona, por cierto de alguien inocente, como los miles que están atrapados en medio del conflicto histórico.
Periodista palestino
Sacudió también a varios colegas de experiencia, a quienes les increpó y recordó que preguntar a los poderosos no aporta a la cultura de paz, como sí lo hace narrar las historias de las personas que sufren directamente las decisiones detrás de escritorios y en los cuartos de guerra, en las oficinas suntuosas y alejadas del dolor humano.
La solidaridad que necesita el género humano sea en contextos de guerra o no, también es necesaria para el entendimiento del trabajo periodístico.
Dima Khatib lo dijo emocionada por la manifestación de apoyo que hicimos periodistas y estudiantes de periodismo en el marco de su charla: “viajo mucho por el mundo, y me siento sola. Aquí no me siento sola, así que gracias, porque nosotros los periodistas palestinos hemos sido olvidados por el mundo entero. El periodista palestino está sujeto a doble racismo, por ser palestino, y por ser periodista palestino”.