Por: Esther Armenta
Autlán de Navarro, Jalisco. 15 de mayo de 2019. (Letra Fría) No saben quién es el más viejo. Dentro del mercado municipal Benito Juárez, los comerciantes dan distintos nombres y direcciones cuando una pregunta cuál es el local más antiguo. Algunos señalan el puesto de Toñita, que hasta las 10:00 am se mantiene cerrado, otros, dicen que es Jugos Guadalajara; el resto coincide en que Las Gritonas han estado ahí desde el comienzo del mercado.
Al comercio de María Elena Rodríguez Gómez, mejor conocida como “Nena”, antes se le llamaba Los Chatos; 52 años después de que sus padres iniciaran en el comercio le dicen Las Gritonas.
Nena comparte que ya venía entrenada para este oficio; recuerda construir con los desechos del negocio familiar su propio local en compañía de una de sus hermanas. Para Nena su juego se convirtió en realidad y lo único que ha cambiado es la cantidad de desechos generados a partir de su trabajo.
En unos años nos fuimos muy rápido a la contaminación, la globalización se extendió, nos americanos como quien dice, señala la vendedora de verduras y cereales.
En la actualidad, Autlán coincide con iniciativas estatales y federales en la protección del medio ambiente, por ello, el 16 de noviembre del 2018, el gobierno municipal emitió el acuerdo en el que se estableció el uso de bolsas biodegradables y la venta de bolsas de plástico dentro del mercado municipal para reducir el uso del plástico y transitar hacia el uso exclusivo de biodegradables.
A seis meses de iniciar el proyecto, las bolsas de plástico no biodegradables continúan en los pasillos y en las manos de los compradores.
Los locatarios del mercado municipal han aceptado la propuesta, pero los clientes continúan pidiendo plástico para llevar su mercancía, “por lo regular no tienen bolsa, algunos sí la traen y yo les recomiendo reutilizarlas”, comparte Cándido Madera Fermín, vendedor de tamales al exterior del mercado municipal.
A pesar de recibir clientes que solicitan bolsas de plástico, Madera Fermín asegura el incremento en la participación y aceptación de no utilizar bolsas de plástico y unicel.
La participación ciudadana percibida por Nena es distinta. Para ella, el entusiasmo con el que inició el proyecto ha perdido fuerza y responsabilidad por parte de los compradores y las autoridades municipales, “la gente agarró conciencia pero después de unos meses se olvidó, tiene que ser un trabajo constante”, además dijo, el ayuntamiento “al principio se le puso mucha emoción, pero ahora se ven calmados”.
Miguel Rivera, encargado de Jugos Guadalajara, coincide en que hace falta concientizar fuera de las instalaciones del Benito Juárez, pues no es suficiente con prohibir el uso de la bolsa de plástico, a ello hay que sumar educación ambiental que fortalezca la comprensión de la realidad ambiental en la que vivimos, para cuidar y proteger el medio ambiente.
