Las letras monumentales son una moda que ya no sorprende, a la que Autlán de la Grana, como sus gobernantes, llegan tarde… También podría ser inaugurado en Autlán, un bache, como Bache “Emiliano Zapata”; un niño enfermo por contaminación de plaguicidas, como Niño “Pípila”; por favor, señoras y señores gobernantes, sean serios.
Por: David Chávez Camacho
Autlán, Jalisco; 26 de julio de 2019. (Letra Fría)– Se ha anunciado con bombos y platillos, con inauguración oficial, que Autlán de la Grana se llama Autlán de la Grana, como si el municipio acabara de ser fundado y se le hubiese ocurrido al actual gobierno municipal. Las letras monumentales son una moda que ya no sorprende, a la que Autlán de la Grana, como sus gobernantes, llegan tarde.
No está mal, claro, que con un motivo meramente turístico, para la foto típica, sean instaladas las letras ya conocidas, tal como se les puede ver por cientos de pueblos o ciudades de México y del mundo. Pero, por favor, hay que dimensionar justamente. Instalarlas no es ni mucho menos una acción de gobierno importante y, en medio de los serios problemas que Autlán enfrenta, con el alarde que se presentan, parecieran incluso una frivolidad monumental.
La inauguración de éstas letras monumentales me han recordado la anécdota cómica, cierta o falsa, no lo sé, de un pueblo mexicano, donde el presidente municipal acompañado de sus funcionarios habría inaugurado un semáforo, obviamente como Semáforo “Benito Juárez”, con corte de listón y discurso sobre la modernidad y el progreso.
Ese tipo de acciones gubernamentales, indebidamente pomposas, son kitsch. Lo kitsch, amigas y amigos, es lo sublime fallido. Tal es el caso de la inauguración oficial, ja, de las letras monumentales de Autlán de la Grana, que sencillamente debieron haber sido instaladas y ya, como símbolo de identidad, que para eso sirven los nombres, pero no como escenario para la foto del gobernante en turno, como si entregara al pueblo autlense una gran obra.
Oh, gobierno municipal, adalid identitario, héroe de la memoria, avatar silábico, gracias, gracias, a ti te debemos saber cómo es que se llama nuestro municipio.
No importa la pobreza, no importa la inseguridad, no importan los graves problemas ambientales, pues gracias a tu visión y creatividad sin igual ya contamos con letras monumentales para tomarnos la foto en medio de la tragedia.
Recomiendo proseguir con las inauguraciones. Podría ser inaugurado un bache, como Bache “Emiliano Zapata”; un niño enfermo por contaminación de plaguicidas, como Niño “Pípila”; una inundación, como Inundación “Nelson Mandela”.
Las letras monumentales del nombre de Autlán de la Grana, tendrán éxito, por supuesto, por el amor al terruño, pero no porque hayan sido inauguradas por el gobierno municipal. Servirán para la selfie, es decir, para que el pueblo se fotografíe a sí mismo.
Dudo muchísimo que los lugareños o los visitantes soliciten en Palacio Municipal la presencia del alcalde o de algún funcionario, en este reino del nepotismo, para tomarse con ellos la foto del recuerdo.
Por favor, señoras y señores gobernantes, sean serios, dejen de cortar listones a diestra y siniestra, como si pretendieran inaugurar la Creación, la vida suya y la ajena, el mundo.
Nada le debemos al gobierno, mucho menos tener nombre.
MA/AJEM