Por: David Chávez Camacho
Autlán de Navarro, Jalisco. 11 de mayo 2018. (Letra Fría).- Todo periodo electoral, cuando hay opciones a elegir, es al mismo tiempo una oportunidad de crítica y reflexión ciudadanas. Es, incluso, teóricamente, oportuno como recurso didáctico para todos.
Las actitudes críticas siempre aportan visiones que nos aumentan la percepción de la realidad, deben ser promovidas y aceptadas, atendidas. Seamos críticos, midamos el cumplimiento de promesas y responsabilidades.
Escribo lo anterior como una invitación a las ciudadanas y a los ciudadanos de Autlán, pero también la dirijo a los militantes y simpatizantes de partidos. En MC estamos acostumbrados a la crítica, que ejercemos.
Sin embargo, es loable recordar la necesidad de no cruzar el límite en el que el sentido crítico se convierte en eso que llaman “guerra sucia”, que deriva de la difamación y de una actitud que en lugar de sumar sentido de realidad, lo resta.
Hemos sido testigos de un caso por demás preocupante e indignante, desde el periodismo, que también hace “guerra sucia” cuando se presta al “gatillerismo”. Me refiero a Ricardo Alemán, columnista, quien ha sido despedido de dos televisoras por haber tuiteado una invitación a matar a un candidato a la presidencia de la República.
A los dogmáticos y a los mercenarios les da por creer que la política es para problematizar a la sociedad y no para solucionar problemas comunes.
Recordemos siempre, la política es para resolver problemas que a todos nos afectan. Y vaya que tenemos bastantes problemas que resolver, de inseguridad, de pobreza, de violencia, de carencia de servicios públicos, de estancamiento económico… en fin.
Nadie sonría siquiera frente a la “guerra sucia”, ésta es una más de las perversiones de la política y, por supuesto, nadie la realice. Es como tirar basura en el medio de nuestros jardines, es como decirnos mentiras a nosotros mismos.
Pero cada quien ejerza la crítica, la reflexión, quien tanto bien nos hace, que incita a movernos, a ponernos en movimiento. Sólo así se es un verdadero ciudadano, un ciudadano libre.
AJEM