Quila El Grande, Jalisco.- Las empresas agroindustriales instaladas en la Sierra de Quila, desobedecieron la clausura impuesta por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en noviembre del año pasado y a pesar de los reportes de la comunidad, la autoridad federal no ha hecho algo al respecto.
En entrevista con Ignacio Luquín, integrante del colectivo Despierta Quila, compartió que se desconoce con precisión qué extensión es la que las empresas volvieron a utilizar de la que originalmente quedó clausurada, de lo que sí tienen conocimiento es que hay áreas -de las clausuradas- que rehabilitaron y están plantando más.
“No les importó la clausura, continuaron sus actividades normales, incluso están plantando más”, compartió Luquín a Letra Fría.
Tanto por parte de la población, como de la propia autoridad municipal a través del presidente, Eliud Saldaña Vázquez y el OPD Sierra de Quila se hicieron reportes a la Profepa de lo sucedido, sin embargo la autoridad federal no se ha presentado en la sierra.
A finales de noviembre de 2023, Letra Fría documentó la clausura de 50.2 hectáreas por parte de PROFEPA a las empresas agroindustriales instaladas en la Sierra de Quila, con información proporcionada por integrantes del colectivo Despierta Quila.
En aquel momento, las personas de la comunidad mostraron su alegría ante la noticia considerándola una batalla ganada ante el embate de la agroindustria en la zona natural, sin embargo este avance no se cristalizó.
Indolencia total de Conagua con Quila
En esa misma fecha (23 de noviembre de 2023) personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hizo también una visita a la Sierra de Quila, desde aquel momento y hasta la actualidad (19 de abril de 2024) casi 5 meses después, integrantes del colectivo y también la autoridad municipal de Tecolotlán ha solicitado a esta instancia federal información actualizada sobre el resultado de sus brigadas, sin embargo no han tenido respuesta.
A decir de Ignacio Luquín están preparando una nueva petición por escrito para entregarla a la dependencia, con el objetivo de conocer el resultado de esta brigada realizada a finales del año pasado en las empresas de arándanos, fresas, aguacate y papa.
Las dificultades en la relación entre la Conagua y el colectivo no son un tema reciente, desde que iniciaron la lucha por la defensa de la sierra, en su caminar por las dependencias estatales y federales, las y los activistas de Despierta Quila han encontrado resistencia.
Empresas hacen más difícil enfrentar el calentamiento global
Con el inicio del 2024, las personas de la comunidad de Quila El Grande están preocupadas porque han escuchado que las reservas de agua utilizadas por las industrias agroindustriales ya no son suficientes para satisfacer el riego de sus plantíos.
De ser así ocurrirían dos cosas -ninguna de ellas favorable para la población- las industrias podrían decidirse a hacer nuevas perforaciones o darle mayor profundidad a los pozos que ya están explotando, lo cual pone en un riesgo mayor el abasto de agua para la comunidad.
“De por sí, la situación de estiaje es terrible, no tan solo aquí en nuestra localidad si no a nivel mundial, sin embargo (estas empresas) están contribuyendo de manera activa al calentamiento global”, agregó Ignacio Luquín.
Quienes integran el colectivo Despierta Quila están próximos a reunirse con los empresarios para plantear las actuales preocupaciones de la población y ante esto, cuáles serían los nuevos criterios.
“La riqueza de la sierra que es nuestra”: Ignacio Luquín
Quienes nacieron y viven en la comunidad de Quila El Grande conocen las bondades de esta tierra bañada por dos ríos, uno de ellos el Ayuquila que llega hasta Colima y se convierte en el Armería; pasa por alrededor de 12 municipios, entre ellos: Atengo, Unión de Tula, Ayutla, El Grullo, Autlán, La Huerta.
La sierra es también una zona con una biodiversidad amplia y compleja, además de tener una variedad de aves que han padecido las consecuencias adversas de la instalación de las industrias.
“Estas gentes siguen de una forma por demás descarada afectando la biodiversidad que va incrementando en grado superlativo”, preció el activista.
Compartió que hace algún tiempo llegaba un motociclista con un par de halcones o aves de rapiña que soltaban en las áreas aledañas a los viveros para cazar o asustar a las aves que viven en la sierra y se comen los frutos de los sembradíos, ahora llevan una jaula con alrededor de 8 o 10 halcones.
“Esto nos preocupa a todos, habrá personas que por intereses personales abogan porque estas personas permanezcan pero la mayoría sabe que ya nos está afectando, porque ya estamos resintiendo la sequía, ya no hay manantiales vivos en esta zona”, abundó Ignacio.
Ganaderos respiran la resequedad
Además de la fauna de la zona, quienes también se han resentido las afectaciones por la escasez de agua son los ganaderos, a quienes cada vez se les dificulta más encontrar agua para darle a sus animales.
El integrante del colectivo Despierta Quila lo describió como un momento desagradable, cuando llegan a sus potreros y observan y respiran la resequedad que los circunda.
Esta situación los lleva a pensar que tal vez en algún momento la lucha por el territorio y el agua se recrudezca, si las industrias no quieren respetar a la comunidad, porque entonces tendrán que exigirles a las empresas o disminuyen o se van.
Un estudio que dé fe
Aunque el deterioro es totalmente evidente a los ojos de la población que conoce bien su tierra, especialistas de la Universidad de Guadalajara junto con integrantes del colectivo Despierta Quila están trabajando para realizar un estudio hídrico, que pretenden comparar con uno realizado en el 2015 para saber cómo se han modificado los niveles y la calidad del agua en esta zona, para con eso tener argumentos científicos de la afectación que ha implicado para legalmente defender su territorio con las evidencias.