Por: Vianney Martínez Pérez y Carmen Aggi
Casimiro Castillo, Jalisco.- Un grupo de 16 adolescentes ponen a Casimiro Castillo en alto. El Ballet Dulce Caña, de la Escuela Preparatoria Regional de Casimiro Castillo y el módulo Lo Arado, representa a Jalisco ante México por su gracia e interpretación de danzas folclóricas del país.
La caña forma parte de las cosechas más importantes en la Costa Sur de Jalisco, sobre todo en Casimiro Castillo. El cultivo de la hierba da trabajo a miles de personas en la región y el proceso de la planta brinda dulzura a los paladares de quienes alguna vez la trabajaron; la caña es un estandarte de los hombres y mujeres que laboran la tierra caliente jalisciense.
Esa es la razón por la que los hijos e hijas de la tierra cálida de Casimiro Castillo decidieron nombrar su grupo de baile como Ballet Dulce Caña.
Ballet Dulce Caña se integra por 16 adolescentes de la Escuela Preparatoria Regional de Casimiro Castillo y su módulo Lo Arado. Las y los jóvenes alcanzaron la fama y reconocimiento estatal y nacional, luego de ganar medalla de oro en la Selección de Encuentros para los Polos Culturales.
Anualmente, el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) convoca a sus preparatorias para competir en diversos géneros de la danza: baile de salón, contemporánea y folclórica. El grupo ganador de cada categoría, además del reconocimiento, gana una experiencia cultural con otra universidad del país.
Ballet Dulce Caña participó y, tras el resultado, viajarán a la sede de la Universidad Autónoma de Nayarit. En la institución compartirán sus experiencias en la danza, tomarán clases con expertos del arte del estado y, por supuesto, presentarán la estampa que los hizo llegar a la cima.
El norte del país representado por Jalisco
Aunque llevan con orgullo a la Costa Sur en su nombre, Ballet Dulce Caña escenifica la tradición del norte del país. En los pies de las 8 parejas de bailarines, se ejecuta la fuerza y energía de Baja California.
En entrevista para Letra Fría, el profesor de danza folclórica de la Escuela Preparatoria Regional de Casimiro Castillo, Vicente Vázquez Álvarez, explica el motivo de utilizar piezas musicales de Baja California y no Jalisco.
Vázquez Álvarez cuenta que la competencia en la Selección de Encuentros de Polos Culturales «es difícil. Por eso optamos por presentar algo innovador en el concurso, seguros de que nadie más lo realizaría».
En concreto, Ballet Dulce Caña interpretó la danza tradicional del «calabaceado«; un baile que se practica en las rancherías de Baja California, simulando el cortejo con los movimientos del ganado: patadas, desplazamientos y giros.
«No esperábamos el primer lugar, pero obtenerlo nos dio motivaciones. Ahora me esfuerzo en enseñarles más técnica, estilo y proyección. El primer lugar es algo que no puedo explicar, es una emoción muy grande porque cumplimos nuestra meta», dijo el profesor.
Asimismo, el docente revela que la personalidad del grupo de chicos y chicas compagina con el estilo del baile: los adolescentes que representan Ballet Dulce Caña son ágiles y energéticos.
Las piezas musicales que presentaron en el concurso se llama Popurrí Norteño; contiene las canciones La loba del mal, El patito y Mi Baja California.
«Los elegí porque ya los dominaban, ya sabían cuáles técnicas y cómo proyectar; solamente hicimos pequeños cambios en la estampa. En una competencia no puedes presentar lo más sencillo, tienes que demostrar lo mejor», afirmó.
Ganar sin recurso
Los integrantes del Ballet Dulce Caña se sienten orgullosos de su logro y, aún más, de su orientador.
«Ganar marcó nuestra vida. Pero gracias a nuestro profe Vicente, los ensayos y regaños, obtuvimos nuestro logro. Lo queremos mucho», dijo una de las integrantes.
Por su parte, Vicente agradece al grupo. Dice que los jóvenes son quienes tienen el mayor mérito, por su perseverancia y disciplina.
«Ellos me dan mucha seguridad y orgullo. Conviví mucho con mis alumnos, pasamos buen tiempo en los ensayos. No tengo consentidos porque lo que yo más quiero es que se sientan cómodos», compartió.
En palabras de uno de los adolescentes que están en el Ballet Dulce Caña, «bailar es un escape; nos desestresamos y ponemos nuestras emociones ahí. La danza es conocer nuestra cultura y compartir lo que somos con otras personas».
Sin embargo, el profesor reconoce que el proceso para llegar a obtener los resultados fue complicado.
En realidad, los y las chicas practicaban cada martes y jueves por las tardes; a medida que se acercaba el concurso, ampliaron sus ensayos de lunes a sábado.
Bailaban en el pequeño patio de la escuela, no había más espacios y recursos para practicar en un lugar más amplio. Vázquez Álvarez no exigía a sus alumnos asistir a los ensayos con vestuario y calzado, debido a que hacerlo podría impactar en la integridad y salud de las y los adolescentes.
Es ideal que las y los bailarines danzaran en un espacio que no fuera de cemento, con temperatura adecuada y con condiciones óptimas para concentrarse. Aún sin dichos requisitos, Ballet Dulce Caña lo logró, venció a las demás preparatorias del estado.
El próximo 26 de septiembre, Ballet Dulce Caña asistirá a Nayarit. Ahí, además de presentar danza folclórica de Jalisco y Sinaloa, bailarán la estampa que puso en alto a Casimiro Castillo y Lo Arado.
MV