Por: Alan Arenas | Bitácora de viaje de un loco
Zapotlán el Grande, Jalisco.- Me encanta el café, su sabor y sobre todo su olor. Es aroma exquisito a madera que se impregna en los pulmones. Solo de acordarme se me antoja beber una taza, al fin no hay horario para saborearlo.
Tengo una duda, ¿habrá un nombre para el olor del café? Tal vez sí, solo es cuestión de investigar.
El café ha estado en todas las etapas de mi vida. Cuando era niño lo tomaba durante el desayuno con un corte de leche. Recuerdo muy bien el sabor de ese café soluble – ahora sé que los solubles no son tan buenos como los de grano, pero era lo que había -.
Ya en la etapa de estudiante me hice más apegado al café para mantenerme despierto. Gracias a esto pude explorar distintos tipos de olor y tostado, como el arábigo, que es uno de los que me gusta más.
Me he vuelto tan adicto al café, tanto que en un día si me he bebido hasta seis tazas. Y claro, tengo una taza predilecta, creo que todos tenemos una.
El café es parte de nuestros días desde que se descubrió, eso en el siglo XI, en Etiopía; lugar donde se han detectado los primeros cafetos.
Alrededor del café también se han desarrollado leyendas, una de ellas dice que Kaldi se dio cuenta del extraño comportamiento de sus cabras después de que habían comido la fruta y las hojas de cierto arbusto. Las cabras estaban saltando alrededor muy excitadas y llenas de energía. El arbusto del que Kaldi pensó que sus cabras habían comido tenía como frutas parecidas a las cerezas.
Entonces Kaldi decidió probar las hojas del arbusto y un rato después se sintió lleno de energía. Kaldi después llevó algunos frutos y ramas de ese arbusto a un monasterio. Allí le contó al Abad la historia de las cabras y cómo se había sentido después de haber comido las hojas. El Abad decidió cocinar las ramas y las cerezas; el resultado fue una bebida muy amarga que él tiró de inmediato al fuego.
Cuando las cerezas cayeron en las brasas empezaron a hervir, las semillas verdes que tenían en su interior produjeron un delicioso aroma que hicieron que el Abad pensara en hacer una bebida basada en el café tostado, y es así como nace la bebida del café.
En fin, qué rico es el café en todas sus presentaciones. Si llegaste hasta aquí, gracias por leerme.
Hoy les recomiendo tomar un machatto – no sé si así se escriba- pero sabe muy rico.
MV
