Por: Esther Armenta
Autlán de Navarro, Jalisco. 21 de noviembre del 2021. (Letra Fría).- Nadie sabe en dónde fue enterrado el cuerpo de Clemente Amaya Radillo, pero a cien años de su muerte su legado artístico vive en cada autlense. Por eso autoridades locales colocaron una placa con su nombre al interior del Panteón de los Dolores, donde en alguna parte del terreno, reposan sus restos.
La mañana de este domingo en que el nombre del Clemente ocupó un lugar en el camposanto, Fausto Nava González, coordinador de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco Capítulo Costa Sur (BSGEJ), se refirió al músico de raíces autlenses, como un hombre que dejó su legado en “la música que con notas dice tantas cosas”.
“Un hombre que trabajó a la música; la música que sabe transmitir mensajes sin palabras, la música que con unas notas dice tantas cosas, que tal vez de viva voz no seríamos capaces de decirlas. Don Clemente Amaya que hace vibrar los corazones de todos los autlenses, de todos los que vivimos aquí por mucho tiempo, de todos aquellos que sentimos la música que trasciende, así que bonito, sean ustedes testigos de este gran evento”, abundó durante el evento conmemorativo.
Las palabras del consorcio de la Benemérita, fueron aplaudidas por otros miembros de la BSGEJ, autoridades municipales y los propios descendientes del compositor autlense.
Clemente Amaya nació en Autlán el 23 de noviembre de 1868. Aunque su legado musical incluye valses, pasos dobles, una serenata, una danza y otras composiciones, él es reconocido y recordado por componer la famosa marcha “¡Viva Autlán!». A Clemente se le recuerda como “músico virtuoso”, a quien la música y su celebración lo acompañó hasta el último respiro, pues murió el 22 de noviembre, día del músico, a los 53 años de edad. De acuerdo con el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, el fallecimiento de Clemente Amaya fue un hecho acontecido en “condiciones económicas precarias” y abundante en la admiración de sus compañeros músicos.
La admiración por el músico es tal, que a 100 años de haber muerto se le sigue recordando.
EA/DR
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