Por: Mayra Vargas
Autlán de Navarro, Jalisco. 05 de agosto de 2022. (Letra Fría) “Es un proyecto interinstitucional y transdisciplinario, donde participan la Universidad de Guadalajara, el Conacyt y el CIESAS Occidente, así como la comunidad de El Mentidero. Este proyecto intenta revertir el daño ocasionado en las infancias por el uso de plaguicidas”, comentó Rodolfo González Figueroa, quien acompañará de forma operativa este proceso.
Para el doctor Humberto González, investigador del CIESAS Occidente haber logrado que el ejido aceptara que esa parcela escolar, se convierta en un instrumento de enseñanza con alternativas productivas, que ayuden a mejorar la salud de las niñas y niños de la comunidad, es un paso muy importante.
“Ahí se van a producir alimentos sin plaguicidas, que servirán para proveer a los comedores escolares. El proyecto busca producir una cantidad suficiente de alimentos para 500 niños de las escuelas de El Mentidero”, detalló el académico.
Por su parte, el doctor Luis Manuel Martínez Rivera, profesor investigador del departamento de Ecología y Recursos Naturales del CU Costa Sur de la Universidad de Guadalajara, explicó que el plan de trabajo para esa parcela será integral, pues además de la producción de hortalizas, maíz y algunas leguminosas habrá una zona de producción de carne para incluir la proteína dentro de la alimentación.
“También habrá otra zona para captar y almacenar agua de lluvia. Para los residuos animales se va a establecer un biodigestor junto con la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente para la gestión Integral de la Cuenca Baja del Río Ayuquila (JIRA), para descomponer toda esa materia orgánica, generar fertilizantes orgánicos y también, si es posible, hacer una producción intensiva de material orgánico con lombricomposta”, comentó Martínez Rivera.
Como parte de este proyecto de reconfiguración agroecológica niños, jóvenes y personas de la comunidad reforestaron el perímetro de la parcela escolar. La intención es que los árboles frutales sean «cortinas rompevientos» que protejan la parcela de los plaguicidas que se usan en las parcelas aledañas, pues en el resto de cultivos de El Mentidero aún se usan agrotóxicos y el viento arrastra partículas que pueden dañar la salud.
Rodolfo González Figueroa, pionero de la agroecología en la región, principalmente en el municipio de El Limón, Jalisco y quien acompañará la ejecución de gran parte del proyecto, estará a cargo de la planeación, implementación y desarrollo de los huertos escolares, tanto en el kinder, en la primaria y los que están en la telesecundaria, así como los huertos medicinales de la comunidad.
“También me va a tocar animar a la comunidad escolar, a la de El Mentidero, los profesores, las niñas y niños, para que los huertos que se están haciendo florezcan, se reproduzcan y se usen como una herramienta pedagógica, de transformación social y como una forma de vincular a los niños y niñas al campo, la agroecología, a la vida”, explicó.
Entre otras actividades, se tienen contempladas jornadas de trabajo, recorridos, intercambios de experiencias, todo en torno a la parcela, a la producción y a la transición agroecológica.
Lucía como otras madres de familia se siente contenta, considera que este es un pequeño, pero gran paso para transformar la forma en la que nos alimentamos. Manifestó que aunque el resto de la comunidad de El Mentidero sigue aplicando plaguicidas en sus parcelas, el caso de este terreno aledaño a la telesecundaria es un símbolo de la lucha contra los agroquímicos.
El Mentidero es un paso simbólico para la agroecología
Para Rodolfo González Figueroa este precedente en El Mentidero, puede ser un primer paso para despertar el interés de más familias y comunidades que busquen transitar hacia otras formas de producción, libre de agroquímicos.
“Tenemos una corazonada y también una certeza, una claridad de que se está despertando casi masivamente el interés de muchas familias, de mucha gente por acercarse a la agricultura, por rescatar ese conocimiento, porque los niños se acerquen. Hay familias que lo están haciendo, buscando transicionar a otras formas de producir alimentos aunque sea en macetas. Lo hacen por salud”, enfatizó Rodolfo.
El promotor de la agroecología en la región espera que haya una “reacción en cascada”, porque muchas personas están involucradas con la participación del ejido, las escuelas, el ayuntamiento de Autlán, la JIRA y las universidades. Están empujando desde diferentes frentes.
“Entonces es todo esto interinstitucional y por todos los bandos se va a estar hablando de este proyecto y de que sí, ya no podemos seguir aspirando más aire contaminado, ni bebiendo agua intoxicada, ni comiendo alimentos con pesticidas”, comentó.
El caso particular de El Mentidero es un paso simbólico para la agroecología en esta región de Jalisco, por lo que se considera una victoria.
“El hecho de que una parcela ya no tenga pesticidas, sea ahora manejada de forma agroecológica es una victoria por supuesto y más porque se da en una comunidad donde se revelaron los daños que los pesticidas le hacen a los niños”, señaló González Figueroa.
El investigador del CIESAS Occidente, Humberto González coincide con Rodolfo y señala que este es un paso muy importante para El Mentidero, pero también para Autlán y espera que sirva de inspiración para seguir el ejemplo del municipio de El Limón, declarado como el primer municipio agroecológico de México.
Este contenido forma parte del Especial El día que El Mentidero ganó una batalla contra los plaguicidas.