Por: Jeniffer Samantha Luna | Entre percepciones, emociones y cogniciones
Autlán de Navarro, Jalisco. 18 de julio de 2022. (Letra Fría) De acuerdo con las Organización de las Naciones Unidas, en el año 2014 su Asamblea General proclamó el 15 de julio como el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, con el objetivo de divulgar la importancia de impulsar a los jóvenes a través de la adquisición de habilidades y destrezas, que les permitan acceder al mercado laboral formal, buscando empoderar a los jóvenes para que sean influyentes en el mundo, comenzando desde sus comunidades, para el logro de sus objetivos de vida, argumentando que sin los jóvenes será imposible conseguir sociedades justas y sostenibles.
Es aquí donde desde mi perspectiva cabe un paréntesis, dejemos de lado las observaciones de la ONU en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en donde se menciona que los sistemas educativos actuales tienen muchas deficiencias y que no responden a las necesidades de aprendizaje de muchos jóvenes, y centrémonos en otra parte de la realidad.
Independientemente de las deficiencias señaladas en el sistema educativo, tenemos también las carencias económicas en el seno familiar que obligan a muchos jóvenes a interrumpir sus estudios para apoyar a la economía del hogar, empero, también tenemos a una población joven a la que las actividades dentro del aula no les son atractivas, buscando desempeñarse en otras actividades que no son ni menos valiosas ni menos necesarias que las actividades profesionales.
Todo trabajo tiene el fin de producir un bien y ofrecer servicios para satisfacer las demandas de la sociedad. Existen diversas formas de trabajar en la sociedad y son remuneradas de forma distinta, dentro de estas formas de trabajo encontramos los oficios y las profesiones cuya diferencia fundamental radica en el grado de instrucción necesario para poder ejercer el trabajo satisfactoriamente.
Los oficios son actividades laborales que se transmiten de una persona a otra mediante el entrenamiento y la experiencia directa, no requieren de una preparación académica, sino que dependen de la destreza.
Las profesiones son ocupaciones que requierende un conocimiento especializado impartido a través de una preparación académica formal, ambos son necesarios en toda sociedad, mereciendo una justa remuneración y valoración social.
Con estas líneas se pretende enfatizar la importancia y el valor de toda actividad humana en beneficio de la sociedad y disminuir la retrógada idea de que para ser exitoso en la vida es necesario un título universitario. No todos tienen la oportunidad de llegar a la universidad y no todos aspiran llegar a la universidad, por lo que consideramos que lo verdaderamente relevante es impulsar las habilidades y destrezas de la población joven, valorar estas habilidades, buscando también jóvenes felices dedicados a realizar lo que precisamente les gusta y sin el estigma social de no ser un “profesional universitario”.
Tiene el mismo valor quien diseña o dirige la construcción de un hogar, que quien más tarde se encarga de asearlo. Ampliando nuestro panorama mental en busca de una sociedad más humana, solidaria, inclusiva y progresista.
CAC
