Por: Pie de Página | Alianza De Medios
CIUDAD DE MÉXICO. – “No ha cambiado nada hasta ahora, la justicia sigue siendo de mando y por ordenes” afirma el capitán retirado del Ejército mexicano, Marcos Mendoza Pérez.
El militar desmenuza el intestino de la fuerza castrense y pone el dedo en la llaga: “En 110 años, el Ejército mexicano solo ha acumulado mayor prerrogativa para los altos mando, mientras que la tropa, el pueblo pobre uniformado sigue igual o peor”.
A 113 años años de su formación, el Ejército mexicano ha estado en el ojo de huracán por las constantes violaciones a los derechos humanos. Los claroscuros de la institución castrense los explica el capitán Marcos Mendoza Pérez.
En entrevista con Pie de Página, el capitán zapador habla de la historia del Ejército mexicano que nació en el Congreso de Coahuila, el 19 de febrero de 1913. El recorrido histórico que hace Mendoza Pérez llega hasta la creación de la Guardia Nacional.
Una historia de claroscuros
Pérez inicia la historia con el Heroico Colegio Militar, hasta los juicios que han enfrentado los militares que han denunciado las violaciones a los derechos humanos al interior de la institución.
Luego habla de cada episodio en el que ha estado inmerso y de los abusos de los soldados en la historia moderna de México:
“La revolución Cristera; el asesinato de Rubén Jaramillo; el 2 de octubre de 1968; la Guerra Sucia en Guerrero; el Halconazo; el Charco y Ayutla en Guerrero; la toma de Luz y Fuerza del Centro; y lo más reciente: Ayotzinapa, Guerrero” recapitula.
Marcos Mendoza, escudriña los pasos de los generales secretarios de la Defensa Nacional (Sedena). Además, habla de la inclusión de las mujeres en escuelas de armas y el ascenso a generala de división que hasta ahora solo es para los hombres.
El capitán retirado cuestiona que el Ejército mexicano infiltre a sus elementos en las distintas organizaciones sociales y guerrillas para obtener información. Esto, añade, lo hacían para reprimir a los activistas sociales.
Sin vacilar, el militar define el ejercito como el pueblo uniformado, como lo señala el presidente Andrés Manuel López Obrados, pero los separa.
“En el Ejército hay dos pueblos uniformados: el pueblo pobre uniformado es el que anda a pie y auxilia a la población en caso de desastre, mientras que el pueblo rico uniformado es el alto mando, ellos son los que cometen atropello en contra del pueblo pobre”.
Antes de empezar la entrevista, Marcos Mendoza Pérez llenó una tetera. Luego encendió la estufa para hervir el agua. En cuestión de minutos la olla empezó a chillar, y Marcos abrió el baúl del recuerdo que lleno durante su paso en el Ejército mexicano.
“Uno de los privilegios que conserva el Ejército mexicano es la secrecía, eso los hace intocable”, suelta a bocajarro.