(1948 – 2009)
In memoriam
Por: Jesús D. Medina García
Autlán, Jalisco.- El 27 de junio de 2009 , se nos adelantó en el camino el entrañable amigo Jesús Carlos Kosonoy Martínez, “Chuy Kosonoy”, como solíamos llamarlo sus amigos, que no somos pocos.
Chuy nació en Nogales, Sonora un 4 de noviembre de 1948, norteño el hombre. A los 18 años, entusiasta, deportista, enamorado, rockero y lleno de esperanza se encontraba en tierras tapatías cursando el primer semestre en la emblemáticaEscuela Preparatoria de Jalisco de la Universidad de Guadalajara. Ahí sorprendió a nuestro amigo todo el movimiento sesentero, incluyendo el inolvidable año de 1968. Junto con otros camaradas, formó un grupo de rock, donde Chuy era el baterista, tocaban rolas de los Rolling Stones, Beatles, Doors y Credence, entre otros grupazos. Y ahí estaba el buen Chuy dando batacazos y estudiando su bachillerato, porque quizá esas sean de las principales características de Jesús: la constancia, la perseverancia y el esfuerzo.
Posteriormente cursó la carrera de Médico Veterinario Zootecnista egresando en 1974 y en cuanto egresó, logró incorporarse al mundo laboral como Jefe de la Brigada para el Desarrollo Rural #35 (SEP) y de ahí en adelante desarrolló una productiva vida laboral que incluyó su desempeño como Secretario del Centro de Ecología Costera de la Universidad de Guadalajara en San Patricio, Melaque, Director de la Escuela Preparatoria Regional de Cihuatlán .'(Junio de 1995 a mayo de 1998) , Coordinador de Servicios Académicos en el Centro Universitario de la Costa Sur, Junio de 1998 a mayo de 2001: Secretario de la Escuela Preparatoria Regional de Casimiro Castillo, Secretario de la Escuela Preparatoria Regional de Autlán y coordinador del Módulo de El Limón.
A Jesús Kosonoy le tocó vivir dos épocas de la universidad: Antes y después de la Reforma Académica, fue en 1995 cuando ambos convergimos en el CUCSUR por la invitación del Dr. Adolfo Espinoza de los Monteros rector de esa época y destacado líder universitario. No conocíamos bien Autlán, pero lo fuimos conociendo. Aún existía el Hotel Valencia igual que su propietario mi compadrito Octavio Santana ( Q.E.P.D.)
En la parte alta se encontraba el bar denominado “ El Tapanco”, que de alguna manera se volvió “nuestro lugar”. Épicas e históricas sesiones se llevaron a cabo en ese recinto, se conversaba, cantaba, declamaba y bien que sabíamos que éramos felices. Al menos en esos momentos.
Don Jesús Kosonoy, también se dio tiempo para aplicar su profesión en beneficio de ganaderos de la Costa Sur de Jalisco. Formador de Agrónomos en la Orientación de Zootecnia y profesor pionero en el Área de Manejo Pecuario Sustentable de la Carrera de Ingeniero en Recursos Naturales y Agropecuarios.
Podría continuar enunciando experiencias y logros de Chuy, pero sólo destacaría la obtención del grado de Maestro en Ciencias de la Educación, a distancia y presencial con especialización en Formación de Recursos Humanos (1996-1998). Cursamos juntos este posgrado.
Fue una buena época para compartir cabrito ( El Rey del Cabrito) y cerveza Pacífico ( después de las horas de estudio, por supuesto ), de ver en pantallas gigantes a Julio Cesar Chávez en el Parque Fundidora y caminar por Tapia street, una calle muuuuy relax y particular de Monterrey, o por la Macroplaza; a veces de madrugada conversando de esto y lo otro…cuando todo Monterrey dormía. “ qué lindo qué bárbaro”, dicho popular regiomontano que nos apropiamos. Chuy caminaba muy rápido “ a paso de chivero”, decía.
También recuerdo que un buen camarada norteño solía decir : – señoressss, ¿ya saben que Monterrey tiene el clima más estable del mundo?…..pues sí…siempre está de la chingada….ja ja ja.
También los profes Rigoberto Silva y Donato Vallín saben de estas historias.
Por la gracia de Dios conocimos un bar ubicado en pleno centro, muy cómodo y lleno de folclor, “ El Sanchos” , solíamos ir una o dos veces por quincena y pronto nos ganamos un espacio entre la convivencia parroquial. Incluso en más de una ocasión sonsacamos a un compañero de la maestría que era seminarista. Como era de Cocula le decíamos “ El Hermano Pez”….
14 años de la partida de mi tocayo, un abrazo para su familia, cuanto ha cambiado el mundo en este tiempo, no se si para bien o para mal. Se extraña su presencia física, pero habemos varios que, de diversas maneras, algunas inexplicables científicamente, nos seguimos comunicando con él…como ahorita.
¡Qué lindo qué bárbaro!