Por: Redacción
Autlán de Navarro, Jalisco. 17 de febrero de 2022.- (Letra Fría). La Casa Universitaria CU Costa Sur fue la sede de la conferencia «Pasado, presente y futuro», impartida por el sastre de toreros Justo Algaba. La conferencia realizada este miércoles por la noche formó parte de las actividades del tercer día de la Semana Cultural Taurina, enmarcada en el programa del Carnaval Autlán 2022.
El desvelo no mermó ni un poco el entusiasmo del sastre de toreros, quien a las 3:00 de la mañana, hora de Madrid, España, se conectó a internet para compartir vía remota con los autlenses sus experiencias a lo largo de casi 50 años vistiendo a grandes personajes del toreo como lo fueron Curro Romero, Luis Francisco Esplá, Paco Ojeda y Rafael de Paula.
El vestido de luces, como se conoce al traje que usan los matadores para torear, es uno de los elementos más importantes de la fiesta de toros. Al pequeño Justo Algaba, que desde niño visitó las plazas de toros, no le quedó ninguna duda de eso cuando vio salir en hombros a Manuel Benítez «El Cordobés», y pensó que, si él no podía ponerse algún día el vestido de luces, entonces se dedicaría a elaborarlos.
“Yo viendo a «El Cordobés» salir en hombros, tanto se me encendió la luz de lo taurino que pensé que tenía que ser como Manuel Benítez, cosa que fue impensable, o ser como quien hacía aquellas ropas. Cuando llegué a Madrid en el año 1966 me presenté en una sastrería de toreros y recordé mi juramento. Porque yo juré que tendría que ser una de las dos cosas; torero o sastre de toreros. Y aquello se hizo realidad», compartió Justo Algaba con el auditorio.
En el año de 1973, Justo Algaba comienza a bordar de manera profesional y establece su primer taller. Por esos años también realiza continuos viajes a México para vestir a figuras de gran importancia en el toreo nacional; como Manolo Martínez y Alejandro Silveti.
Además de ser el nombre de la conferencia, «Pasado, presente y futuro» es el nombre del libro editado por Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana basado en el trabajo de Justo Algaba y en la amplia colección de vestidos de luces que alberga en su taller/museo en España. La idea de hacer este libro fue impulsada por el director de Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana, Óskar Ruíz Esparza, después de ver en el museo todo el trabajo realizado por el sastre de toreros y reconocer su valor cultural.
«Nunca jamás había pensado hacer un libro, sin embargo me entusiasma, porque por una condición que no me alegra mucho, que es la de no tener herederos profesionales, pues nadie en mi familia a manifestado seguir esta profesión, entonces como legado al mundo taurino quiero dejar este libro. El cometido del libro es recoger los trajes de toreros de los siglos XIX, XX Y XXI, y explicar a través de fotografías, testimonios de toreros, periodistas e historiadores, la evolución del vestido de luces», externó el sastre, y añadió que se planea presentar este libro de 200 páginas durante la próxima Feria de Aguascalientes.
Para Justo Algaba cada vestido de luces que ha realizado es casi como un hijo, por eso cuando en una entrevista le preguntaron que cuántos hijos tenía, él respondió que hasta la fecha 4 mil 967. El sastre de toreros afirmó que en cada uno de los trajes que elaboró, se entregó en cuerpo y alma. Sin embargo dentro de su colección señala vestidos que lo marcaron de manera especial, y en un video mostró un vestido de luces que ejemplifica perfectamente el sincretismo.
«Aquí he diseñado un vestido que es muy importante para mí. Hice un vestido para demostrar que entre la cultura árabe y la española no hay tanta distancia, sino que hay mucha similitud en nuestras creencias. Este vestido lleva el color grana que representa para los árabes la sangre y la fuerza, y tiene bordadas en oro partes del Corán, y justo aquí en la chaqueta pone «Más allá de Dios no hay nada». Este vestido de luces es un acercamiento entre culturas», explica Justo Algaba en el video que se proyectó durante el evento.
Durante la presentación, el español sostuvo que para él ser sastre de toreros también le da la posibilidad de seguir innovando, y abrir para las nuevas generaciones de toreros, una ventana de luz para que ellos puedan elegir otras posibilidades que hasta ahora no se daban en el diseño de los trajes de luces.
La labor de confeccionar un vestido de luces es muy minuciosa, no se hacen en serie para mantener la belleza de los bordados artesanales. El sastre de toreros compartió que en su taller tiene alrededor de 50 personas trabajando, y aún así lleva alrededor de mes y medio terminar un vestido de luces.
«Si hay algo que me preocupa es el futuro del oficio del sastre de vestido de luces. Las generaciones jóvenes no parecen muy interesadas en aprender. Los toreros seguirán y tendrá que haber quien los vista, pero desde mi perspectiva en un futuro la ropa para torear no será tan laboriosa a nivel manual y se perderá mucha belleza. Hacer un vestido de luces conlleva mucho amor a lo que uno quiere hacer. Hacer un vestido de luces no es estar mirando el reloj a ver si ya has cumplido las ocho horas de trabajo, y en la actualidad eso ya casi nadie lo entiende», confesó Justo Algaba desde el otro lado del mundo.
La conferencia fue transmitida en vivo por internet a través de la plataforma «Unidos por el toro», lo que dio la oportunidad de que personas de Perú, Colombia y otras partes de México también escucharan el testimonio de Justo Algaba e interactuaran con él.
Edición: Gladiola Madera
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