Por: Maricela Páez Gutiérrez
Guadalajara, Jalisco. 10 de mayo 2018. (Letra Fría).- En la década de los 90’ Vargas Llosa declaraba que México vivía una “Dictadura “ perfecta, el escritor peruano señalaba que nuestro país padecía una democracia simulada, el partido en el poder, el PRI, tenía mayoría y control en los tres poderes ( ejecutivo, legislativo y judicial) la toma de decisiones ignoraban una minoría que se mostraba impotente y sin posibilidades de parar el absolutismo de una institución partidista que en descomposición, hoy, la “izquierda” de nuestro país que en los 90´s celebró el comentario de Vargas Llosa, pide voto masivo por MORENA, no importa quienes sean los candidatos, piden que en cascada votemos por su partido, tan sólo porque es MORENA.
La aspiración de la institución política apunta a conseguir la mayoría en el congreso para tomar decisiones “radicales” dicen ellos en beneficio del país, la idea es que no se detenga ninguna propuesta y tampoco ningún proyecto político de MORENA por falta de mayoría, quieren evitarse la pena de discutir con otros actores políticos sus aspiraciones de país, en pocas palabras quieren evitarse la pena de hacer política desde la pluralidad, sólo MORENA sabe lo que le conviene al país, sólo MORENA tendrá la capacidad para pensar la política, así, como en otros tiempos, cuando se creía que el PRI y sólo el PRI tenía la capacidad de gobernar, donde la oposición significaba estorbo…dirán los morenistas, que ellos sí son bien intencionados, pero no, ningún poder absoluto es sano para la democracia, ningún país puede crecer ignorando al que piensa distinto, la salud en la política empieza con el respeto a la diferencia, la democracia y la pluralidad.
Más allá de los pésimos candidatos que tiene MORENA en algunos municipios, distritos y estados a distintos cargos de representación popular, (como muchos otros partidos) por los cuales sería lamentable votar, la invitación del partido es que no reflexionemos nuestro voto, vale lo mismo “Juanita” que “Pedro”, la primera (candidata de MORENA) puede ser una excelente activista social con reconocimiento y méritos políticos y el segundo empresario con evasión fiscal, pero aún así MORENA pide votar parejo, pues no, que nos disculpen, pero los procesos electorales en la actualidad no son a ciegas, el electorado tiene el derecho y la posibilidad de vivir un voto diferenciado porque aunque nos pese a muchos, las instituciones partidistas están demeritadas, las tendencias electorales contemporáneas ya no se vota por partidos, se vota por personas.
Por otra parte, el voto masivo por MORENA que busca mayoría en el congreso puede resultar cómodo para el partido, pero no necesariamente lo mejor para el país, los políticos, nuestros políticos deben de entender que discutir, dialogar, diferir, confrontar ideas es parte de la democracia, de la pluralidad, que ésta se entiende como un valor político, como un valor de la democracia, no es un lastre, nadie puede avanzar desde su particular óptica, siempre es necesario que alguien desde otro lugar nos haga pensar, el estar “todos de acuerdo” es sospechoso, es decadente, enfermizo, patético; no avanzaremos en la eliminación de las fuerzas políticas, avanzaremos cuando se trabaje en desarrollar la madurez política que anteponga al país por encima de los intereses de los partidos. ¿Por qué si la experiencia de un poder absoluto entregado (o no) a un solo partido ya nos demostró lo nefasto que resulta el voto masivo, por qué creer que hoy sí resulta inteligente otorgar poder a una sola fuerza política?
Como ciudadanos responsables del futuro político del país, es necesario hacer valer nuestro voto reflexivo, libre y lleno de voluntad; no hay partidos políticos “malos” hay políticos que no han sabido entender su misión y función pública y están en todos lados, queda exigirles que se preparen, que aprendan a dialogar, a pensar con inteligencia y no con la egolatría y sentido de pertenencia a sus instituciones, el equilibrio en las fuerzas políticas alimentará la pluralidad y la participación, las visiones del presente y del futuro que se tienen para el país, porque nadie tiene la razón absoluta, por lo cual, tampoco deben tener el poder absoluto.
Digamos sí a la pluralidad y el que no pueda gobernar desde la pluralidad que se dedique a otra cosa, que vaya a mandar a su casa, donde nada más su gallo canta, que se olvide de la política, porque la política es un trabajo serio, responsable, de conocimiento, apertura, de diálogo, negociación; es un trabajo reflexivo donde el principio de universalidad debe prevalecer; la política es reconocimiento de la historia del presente y la proyección del futuro que deseamos, que necesitamos por el bien de todos, no es capricho a modo de nadie, ni para nadie, no es empresa particular, es trabajo del interés público, y en lo público estamos todos.