Por: Istmo Press | Alianza de Medios
Oaxaca. 21 de abril 2023 (Letra Fría) .-En México, la producción masiva para uso medicinal y lúdico de la cannabis permanece en un confuso limbo legal. Mientras sigue penalizada en el Código Penal, los senadores siguen sin aprobar las leyes secundarias correspondientes para su legalización.
Pero mientras eso ocurre, mujeres ben’ za del Valle de Tlacolula siguen realizando una vieja práctica comunitaria y curativa que heredaron de generación en generación, como fuente de vida y tradición: la producción de cannabis con fines medicinales.
Desde hace cuando menos tres generaciones, mujeres indígenas zapotecas de la comunidad de San Felipe Güila en los Valles Centrales de Oaxaca siembran y producen medicamentos derivados del cannabis para consumo personal.
Rodeada de montañas tupidas de vegetación, de un apabullante color verde y a tan solo unas horas de la capital oaxaqueña está San Felipe Güila, una comunidad de los Valles Centrales en donde la cannabis rompe estereotipos y se convierte en una esperanza de mejorar la vida y la salud de sus pobladores.
Desde hace dos años, 150 mujeres organizadas en sociedades cooperativas y asesoradas por la organización Oaxaca Highland se unieron para cultivar cannabis en 6 comunidades zapotecas para uso medicinal, con el objetivo de romper estereotipos y la criminalización que existen en torno a esta planta, que para ellas es sagrada y al tiempo que generan ingresos para ellas y sus familias.
Para la comunidad, la cannabis tiene una importancia notable para entender la cosmovisión de los pueblos, la conexión con la naturaleza y su uso medicinal. Es por eso que las mujeres del valle de Tlacolula le guardan un gran respeto, porque la conocen desde el vientre de su madre, y lo han heredado de generación en generación
Porfirio Díaz y Rosa María
La cannabis es una planta migrante. Se tienen los primeros registros de ésta hace más de 2600 años en China con el emperador Shennong quien ya recomendaba su uso para fines medicinales.
En México llegó primero en una de sus variantes que es el cáñamo, traída por los españoles durante la Colonia y utilizada principalmente para la elaboración de cuerdas y velas para sus navíos. Es ya con la llegada de los primeros esclavos africanos a nuestro país quienes traían otras variantes de la cannabis, que se le comienza a dar otros usos en las comunidades indígenas.
Rosa María es una de las tantas denominaciones con la que los indígenas llamaban a la marihuana. El Doctor en Historia José Domingo Schievenini menciona en su articulo “Origen del término Marihuana” que:
“Rosa María y marihuana pudieron haber sido denominaciones dadas al cáñamo por los indígenas durante el proceso de sincretismo, para así ocultar una planta con propiedades psicoactivas incorporada a las prácticas herbolarias, y que por eso podía ser objeto de castigo inquisitorial.”
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**Este contenido fue publicado originalmente en Istmo Press que forma parte de la Red de Periodistas de a Pie.**