Autlán de Navarro, Jalisco.- El hecho de que muchas de las áreas naturales protegidas en el país estén ubicadas en regiones donde la población que ahí vive tiene altos niveles de marginalidad y pobreza, es una situación adversa para las labores de conservación y preservación.
Este tema surgió como parte de las reflexiones en la conformación de la Agenda Socioambiental 2024 en la que participó el profesor especialista en ecología y manejo forestal del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), y uno de los promotores de la creación de la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, Enrique Jardel.
La Agenda Socioambiental coordinada por Leticia Merino, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, y Cecilia Navarro, integrante del colectivo «Cambiémosla Ya» fue presentada públicamente el pasado jueves 18 de abril, en ella participaron un grupo de 35 especialistas medioambientales de todo el país, de distintas universidades públicas y organizaciones civiles.
Las iniciativas contenidas en este documento y presentadas- a los equipos de trabajo de las dos candidatas y el candidato a la presidencia de la república- están vinculadas no sólo con la preservación del medio ambiente per sé, sino con el impacto que esto tiene en los ámbitos sociales, culturales y económicos de la población.
En entrevista de Letra Fría con el especialista Enrique Jardel, compartió que la conservación de los bosques, ríos y biodiversidad está ligado a las comunidades campesinas locales que en su gran mayoría han quedado fuera de la política social.
Efectos de la ausencia de políticas integrales
La situación de pobreza en la que vive la población cercana a las zonas naturales protegidas tiene un impacto directo en la conservación, -por un lado- se piensa que las personas para obtener sus medios de sustento generan mayor presión en los recursos naturales, pero esto no es lo único.
Esta situación de marginalidad provoca que las personas abandonen sus lugares de origen para irse a buscar mejores oportunidades a las ciudades cercanas o a Estados Unidos, dejan sus labores cotidianas y entonces las acciones para mantener los campos de cultivo, los bosques y las áreas naturales quedan en el olvido.
Esto -dijo Enrique Jardel-, debilita la gobernanza comunitaria de las tierras y los recursos que es una acción fundamental para el manejo y conservación del medio ambiente.
De acuerdo con datos del Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG), basados en datos del Consejo Nacional de Población de los municipios de Jalisco que forman parte de la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán; la población de Cuautitlán de García Barragán tiene un nivel alto de marginación; y Tolimán tiene un nivel medio.
Con la experiencia de años que tiene Enrique Jardel de su trabajo de campo en áreas naturales protegidas, reflexionó que las políticas de conservación de estas áreas se basan en los territorios y en las acciones que las personas desempeñan dentro de ellos.
Y existen proyectos que se trabajan directamente con las comunidades, pero cuando por falta de políticas públicas estas acciones se debilitan, se pierde la capacidad de proteger las cuencas, la biodiversidad e incluso el impulso a alternativas de producción agrícola o ganadera se quedan truncas.
Agenda Socioambiental 2024: la alternativa de conservación
A pesar de que México tiene una de las riquezas naturales más sobresalientes del mundo, no ha tomado las medidas necesarias para manejarla de manera sustentable, con una visión de largo plazo y prevalencia del bien común.
Antes bien, esa rica biodiversidad está siendo destruida, sobreexplotada, amenazada, principalmente para beneficiar intereses privados, enunciaron los especialistas que encabezan esta iniciativa.
Esta agenda aborda nueve ejes temáticos que son:
- Agua
- Regiones forestales
- Biodiversidad
- Energía
- Minería
- Sistema agroalimentario
- Plaguicidas altamente peligrosos
- Residuos
- Gobernanzas agrarias
Más allá de los encuentros que el grupo de académicos y especialistas de la sociedad civil organizada están promoviendo con los grupos políticos y tomadores de decisiones, han señalado también que es fundamental que la población en general conozca el documento y se informe sobre lo esencial que resulta sumarse a estas iniciativas.
Los especialistas en la presentación de la agenda explicaron que los procesos de deterioro ambiental obedecen a dinámicas complejas derivadas de tres factores:
- La desigualdad económica que se traduce en desigualdad ambiental.
- La captura por parte de las élites económicas y las corporaciones de las instituciones que toman las decisiones de gestión de los recursos ambientales.
- La prioridad concedida a megaproyectos y a la economía exportadora, pese a sus impactos padecidos en mayor medida por las poblaciones en condición de pobreza.
