Por: Enya Roseli | Hablemos de Naturaleza
Autlán de Navarro, Jalisco.- Sarahy Contreras, cuya historia se entreteje con la rica biodiversidad de los bosques de pino-encino de México, ha trazado un camino académico tan notable como las especies que estudia.
Con un doctorado en Biosistemática, Ecología y Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas, una maestría en Conservación Biológica y Desarrollo Sostenible, y una licenciatura en Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Guadalajara, Sarahy se ha posicionado como una científica destacada en su campo.
Su investigación, profundamente arraigada en la pasión por el mundo natural, ha explorado desde los efectos de los incendios forestales en los colibríes de la familia Trochilidae hasta la ecología y conservación de las aves ribereñas a lo largo del río Ayuquila.
La meticulosa investigación de Sarahy sobre los patrones de muda de plumas en paseriformes y colibríes en el oeste de México, así como su evaluación regional sobre la distribución y estado de conservación de aves en el sur de Jalisco y la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, reflejan su compromiso con la conservación de la biodiversidad.
Determinación y pasión
Sin embargo, el viaje de Sarahy no ha estado exento de desafíos. Se ha enfrentado a prejuicios de género potenciales y ha tenido que superar estereotipos que cuestionan la competencia de las mujeres en las disciplinas científicas.
Además, ha navegado por las dificultades de lograr un equilibrio entre la vida laboral y personal, y romper barreras para alcanzar posiciones de liderazgo en su campo.
El mensaje de Sarahy resuena con fuerza y claridad: «Nunca dudes de tus habilidades y pasión por la ciencia y la conservación. Acepta los desafíos y persiste en la persecución de tus sueños. Tus perspectivas y contribuciones únicas son invaluables. Rodéate de una red de apoyo, busca mentores y desafía cualquier limitación impuesta sobre ti».
La historia de Sarahy Contreras es un faro de inspiración para aquellos que buscan dejar su huella en el campo de la conservación y la ciencia.
Nos recuerda que, a pesar de los obstáculos, la determinación y la pasión pueden abrir caminos y transformar no solo nuestras propias vidas, sino también el mundo que nos rodea.
Con cada descubrimiento, Sarahy no solo contribuye al vasto océano del conocimiento científico, sino que también abre camino para las futuras generaciones de mujeres científicas.