Por: Vianney Martínez Pérez
Autlán de Navarro, Jalisco. 28 de noviembre de 2022.-(Letra Fría) El obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, reprobó la cultura de la idolatría, y en cambio, alentó a los fieles a tener esperanza, amor y fe por la llegada de Jesús a la tierra.
En la primera eucaristía dominical de adviento, del ciclo A, la iglesia encendió la primera vela que anuncia la próxima llegada de Jesús a la tierra, en el marco de la Navidad. Por su parte, el prelado ofreció unas palabras a los asistentes:
«El encender la primera vela nos habla de la esperanza, porque sin ésta no se puede vivir. La esperanza es la más chiquita de las tres virtudes teologales. Vivimos en un mundo que pierde cada día más la esperanza, por eso hoy nuestra meta es revivirla en nuestros corazones», dijo.
La fe, el amor y la esperanza son la virtudes teologales.
De acuerdo a la religión católica, las virtudes teologales son los hábitos que Dios infunde en la inteligencia y voluntad del hombre para ordenar sus acciones a Dios mismo.
Asimismo, Sandoval Sandoval, ahondó en la filosofía aristocrática para relacionarla con la corona de adviento y su propósito en los feligreses: «Los invito a recordar los cuatro trascendentales del ser: uno, bueno, bello y verdadero».
Según el obispo, los cuatro trascendentales se dividen de la siguiente manera: se es "uno", es decir, el ser es solamente propio; se es "bueno", aunque la conciencia "pese" por haber actuado en contra de lo que dicta Dios; se es "bello", hay una belleza en el interior de cada persona; y se es "verdadero", porque la verdad está en el ser.
En razón al evangelio del día, en el que Mateo alerta a la humanidad de la llegada del «hijo de Dios», el religioso cuestionó a los presentes sobre sus sentimientos y pensamientos:
«Debemos de preguntarnos durante este adviento quién es mi Dios, quién es el que me emociona y fascina. Todos los imperios y gobernantes se acaban, solo Dios es Dios; ¿no estaremos adorando a un ídolo?», preguntó.
Para Rafael Sandoval, un ídolo puede venir del fútbol, de la política o del mundo del espectáculo.
«Queridos hermanos, no doblemos las rodillas ante nadie: ningún gobernante, el dinero, el placer, un equipo de fútbol o una estrella de pop. No es despreciar al otro, porque el hombre es el único ser al que podemos amar, sin embargo, es en referencia al único ser que es Dios», explicó.
En cambio, el prelado retó a los católicos a apostar por la búsqueda de la paz, evitando la idolatría, que puede desencadenar en «vicios y malas acciones».
Para finalizar, el mensaje dominical concluyó con la propuesta a prepararse para la venida del «señor», a través de las emociones, sentimientos y pensamientos individuales.
Evangelio analizado por el obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval:
Mt 24, 37-44
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.
Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.
Edición: CAC
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