Por: Vianney Martínez Pérez
Autlán de Navarro, Jalisco. 23 de enero de 2023.-(Letra Fría) En la penúltima homilía dominical del mes de enero, el obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, analizó el legado de Jesucristo.
Al concluir con la lectura de la doctrina según Mateo, el obispo recalcó lo «hermoso que es este evangelio», e interpretó cómo la travesía de Jesús, luego del arresto de su primo Juan, plasmaría su legado en la humanidad:
«Podemos dividir este evangelio en tres partes: la ambientación, la invitación a la conversión y la llamada que Jesús hace a los primeros discípulos. Es un evangelio muy bonito que debemos dejar que llegue a nuestro corazón», dijo el obispo.
Rafael Sandoval explicó que sobresale la ambientación de la historia, ya que Jesús prefería las periferias sobre cualquier otro lugar: «Nuestro Papa Francisco dice que hay tres tipos de periferias: las existenciales, las geográficas y las culturales».
De acuerdo con Sandoval, la conversión es la herramienta que llevará a los fieles a acercarse con Dios. El prelado explicó que hay maneras de saber si se va en este camino:
«Si tú, siendo pecador y sabiéndote pecador, reconoces tu pecado, vas por el camino recto; cuando confiesas tu pecado y te das cuenta que comienzas a ver la vida de otra manera, haciéndote más feliz, vas por el camino de la conversión; cuando ya no importa tanto el qué dirán, sino lo que Dios me pide hacer, estás en lo correcto; cuando me hago más misericordioso con los demás, voy por el buen camino; cuando no juzgas a los demás y cuando aceptas tu forma de ser», afirmó.
Con ejemplos, Sandoval alentó a los fieles a «aventurarse con Dios», y a no dudar de sus creencias y metas.
Evangelio interpretado por el obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval:
Lectura del evangelio según Mateo
Mt 4, 12-23
«Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:
Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: “Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”.
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme y los haré pescadores de hombres”. Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia».
Edición: CAC
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