Por: Jasmin Hurtado
Ciudad Guzmán, Jalisco. 13 de marzo de 2023. (Letra Fría).- El interés por la ciencia se despertó en Enriqueta Valdez Curiel cuando terminó sus estudios de medicina y comenzó a adentrarse en la maestría en Desarrollo Comunitario, en Estados Unidos. Su pasión por las conductas humanas la han llevado a realizar investigaciones sobre danzas y educación sexual.
Ella tiene 58 años de edad, es originaria de Ameca, Jalisco y es una de las mujeres más reconocidas en el mundo de la medicina y las ciencias sociales, en el Sur de Jalisco.
Queta Valdez, como es conocida, es pionera en la creación de contenidos radiales enfocados a la educación sexual, en donde participaron jóvenes del estado de Michoacán. Actualmente trabaja en investigaciones de la sexualidad humana, la rama que le apasiona.
Aunque Queta es profesora investigadora de tiempo completo en el Centro Universitario del Sur de la Benemérita Universidad de Guadalajara; y cuenta con una maestría en Desarrollo Comunitario, su sueño siempre fue ser misionera y trabajar ayudando a niños en África. Los caminos de la vida la llevaron a conocer el riguroso, estricto y apasionante mundo de las ciencias sociales, que son las ramas de la ciencia relacionadas con la sociedad y el comportamiento humano.
Queta Valdez le comparte a la reportera que ella nunca pensó en dedicarse a la ciencia, aunque siempre fue curiosa. Recuerda que su hermano fue un referente para aprender biología y rock; ahí encontraba mucha diversión.
La ciencia la conquistó cuando era niña
A Queta la ciencia la conquistó cuando era una niña. Recuerda que en la primaria su capacidad de asombro fue tocada por una tarea escolar: hacer germinar un pequeño frijol en una cama de algodón. Su fascinación explotó con ese volcán que creó para la materia de Ciencias Naturales. La experiencia la comparte como una gran aventura y al recordarlo se dibuja una gran sonrisa en su rostro. Para ella, esos dos acontecimientos marcaron su inicio en la ciencia.
Pero Queta Valdez no se convirtió en una científica de ciencias exactas, decidió incursionar en las ciencias sociales.
En una conversación sostenida con la doctora Queta, especificaba a la reportera el uso del método científico y el planteamiento de las investigaciones que ella realiza. Afirma que en las ciencias sociales, como en cualquier otra ciencia, es necesario hacer hipótesis, investigación y desarrollar modelos para confirmar o refutar teorías que ayudan a comprender las conductas humanas.
En las Ciencias Sociales los resultados de una investigación no pueden replicarse, a diferencia de las Ciencias Exactas. Ella dice con determinación que la ciencia, en Ciencias Exactas, es un recurso para resolver problemas, un recurso que sirve a cualquier persona en cualquier parte del mundo para lograr el mismo resultado, pero en Ciencias Sociales es distinto.
Explica que en las ciencias sociales tienes un método, también hay rigor, investigación de alta calidad, pero es probable que no te dé el mismo resultado, porque mucho de lo que se hace en las Ciencias Sociales tiene que ver con diferentes culturas, con las conductas humanas que varían de un sitio a otro, de un grupo étnico a otro, de un país a otro. Nada es igual. Nada se repite.
“Dime en que posición económica estás y te diré si te alivias o no te alivias”
En el Centro Universitario del Sur, en Zapotlán el Grande donde actualmente trabaja, cerca de una jardinera es en donde nos cuenta de su gusto por la sociología y la antropología: “sentía un hueco, que había algo que no acababa de ayudarme a entender el proceso de la salud y la enfermedad de las personas“, dijo.
Para ese entonces ella había terminado de estudiar medicina y cursaba la Facultad de Filosofía y Letras cuando conoció a una profesora norteamericana que había estudiado agronomía en la Universidad de Wisconsin.
Platicando con ella nació el interés de estudiar en Estados Unidos y cambió Filosofía y Letras por la maestría en Desarrollo Comunitario. Esta pasión por entender el comportamiento humano fue su motivación para dejar el país y encontró lo que quería aprender en la vida:
“El impacto en la economía en las pequeñas comunidades, microeconomía, la economía cómo te forja y te mete en un caminito que delimita también tu salud. Cuando yo leí de esta carrera dije ¡Wow! esto es lo que yo quiero aprender en la vida”, recuerda emocionada.
“¿Quién eres en este mundo económico? ¿De qué te enfermas? Dime en qué posición económica estás y te diré si te alivias o no te alivias. Dime qué comes y te diré cuánto vas a vivir. Esto es lo que yo quería en la vida y dije yo quiero estar ahí y me aceptaron y ahí me quedé”, detalló la investigadora.
De penes, curanderas y promesas religiosas para recuperar la salud a través de las danzas
Actualmente, Queta Valdez trabaja en varias líneas de investigación, enfocando su pasión por la sexualidad humana. Sus proyectos son de largo aliento, algunos requieren de varios años para terminarse. Como el de La sexualidad en la prensa, que consta de una serie de palabras a investigar desde el 2010 al 2020.
Analiza un periodo de 10 años. Busca en diarios y hemerotecas de 8 países latinoamericanos y de España y cuántas palabras claves se pueden encontrar. Un ejemplo de su investigación es la palabra pene, que aparece más en temas políticos, al igual que en entretenimiento.
Queta afirma que el sexo vende, aunque no todo lo que se habla de sexo es educativo, pero igual vende.
Esta investigación tiene el objetivo de hacer un análisis de discurso y un análisis de contenido. Este proceso será muy lento, por todo el trabajo que implica.
Otra de sus investigaciones, en el ámbito de la sexualidad humana es el análisis de una serie argentina llamada 100 días para enamorarnos, que cuenta con una adaptación mexicana del año 2020 dirigida y creada por Pedro Larrechea; Rolando Delabat; Lisette Graffe y Marcela Gotera.
La pregunta de investigación ante el análisis de esta telenovela es ¿Sería posible enseñar educación sexual a través de esta telenovela? ¿Si separamos todos los contenidos de esta novela los podemos usar para hacer educación y entretenimiento? Probablemente, enseñar algo científico pero de manera entretenida a través de personajes que representen diferentes formas la realidad, podrían ayudarnos a entender un poco más la sexualidad en la actualidad, ya que las personas involucradas en la creación de este guion fueron sexólogas que apoyaron y estuvieron asesorando a los personajes en cada una de las etapas, por lo que se cree que está bien estructurado científicamente, como comenta Queta. Aunque estos resultados dependerán también de quién lo vea y cómo lo vea.
En sus investigaciones siempre han estado presentes los municipios y han demostrado parte de la cultura de Zapotlán el Grande, como por ejemplo están sus dos libros: Las curanderas de Zapotlán el Grande y Promesas religiosas para recuperar la salud a través de las danzas de Zapotlán.
Las curanderas de Zapotlán el Grande es una investigación en la que se habla completamente de la mujer en este oficio visto, desde la mirada de madres de familia de Gómez Farias, Tuxpan y Ciudad Guzmán.
Este trabajo duró un año, en donde la doctora Queta Valdez viviría junto a estas curanderas los estigmas que llevan consigo ser la curandera, ama de casa, la esposa, la madre, la hermana, hija, esposa y vecina, y todo lo que tiene que lidiar.
“No es lo mismo que tu mamá sea conocida como la bruja del pueblo a que tu papá sea el curandero o el brujo. Fastidian más a los niños cuando es la mamá y hay más estigma sobre las mujeres que hacen estos oficios”, comparte la científica.
También escribió otro libro en 2004 que habla sobre las promesas religiosas para recuperar la salud a través de las danzas de Zapotlán, en donde se dio a la tarea de entrevistar a danzantes que estuvieran participando porque hicieron la promesa a San José, por una cuestión de salud.
“Las promesas van de todo tipo, desde la mamá que pide porque su hijo reprueba muchas materias hasta la que ahora promete para que aparezca el hijo desaparecido, entonces, las promesas son muy diferentes”, explica.
Su investigación la llevó a demostrar que la mayoría danza por tradición, porque alguien de la familia lo ha hecho y aprenden desde niños, pero también los adultos sienten esas ganas de hacerlo, de danzar por una promesa hecha al señor San José.
Los desafíos
No todo ha sido miel sobre hojuelas, Queta Valdez también ha tenido grandes desafíos. Acceder a recursos para financiar sus investigaciones es uno de ellos. Ella asegura que los retos más grandes que ha afrontado son el manejo de los fondos para los proyectos y lidiar con el sistema de finanzas.
En ocasiones ha tenido que financiar con recursos propios, sus investigaciones:
“Llegaron a pasar cinco meses que no podía tocar el fondo y eran cinco meses que el proyecto no paraba, debíamos seguir pagando, el personal seguía cobrando y el dinero congelado”, recuerda.
La doctora Queta ayudó a conseguir todos estos fondos necesarios para las investigaciones, pero después de conocer el manejo de las finanzas en instituciones públicas decidió dejar de insistir y dedicarse a investigaciones que no requirieran de tanto financiamiento y aprendió a ser una científica que trabaja sola o con personas que no cobran por ello.
Durante el tiempo que ha trabajado en la Universidad de Guadalajara se ha desempeñado también como mujer radialista, es pionera en la producción de contenido sobre sexualidad humana. Ella desarrolló el primer programa de radio de sexualidad humana para adultos en Zapotlán el Grande, que llevaba por nombre Sexotlán el Glande, en Radio Universidad. Este programa tenía una duración de 3 horas y se transmitía a las 9:00 de la noche.
“Nos iba bien, por lo menos nos oían, por lo menos en la cárcel nos oían todos. Los presos y las presas nos escuchaban”, recuerda.
Este programa cerraría después de 3 años, por el exceso de trabajo que tenía Queta en ese tiempo y el sabático que tomaría más tarde.
“Tenía una mascota en el programa que se llamaba Susanita que era una gatita y era muy divertido. El operador tenía como 12 sonidos que Pepe le había dicho que los buscara, y yo solo decía el estado de ánimo que tenía la gatita y él metía los sonidos y casi platicábamos Susanita y yo”, platicó la doctora Enriqueta, entre risas.
Desde la perspectiva de Enriqueta Valdez, es importante que la gente se interese en el conocimiento científico ya que es el que tiene evidencias y es el que hace buscarlas. La realidad no es lo que se supone que es.
“Mucho de lo que creemos sí tiene evidencia y a lo que no se lo hemos encontrado todavía habrá que seguírselo buscando, pero de que lo hay... La ciencia te sirve para eso. Busca la evidencia, y busca ver si de eso realmente hay evidencias que sustenten que así es, para no perder el tiempo. Es un desperdicio de tiempo ponerte a discutir con alguien que no tiene evidencias“, subraya Queta Valdez, la científica que ha dedicado su vida a estudiar las Ciencias Sociales.
Edición: Carmen Aggi Cabrera y Mayra Vargas
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