Por: Rosa Edith Huezo Jiménez | (Valor al natural)
@EdithHuezo
Un mandato constitucional en el Artículo 4 de nuestra Carta Magna es que: «toda persona tiene derecho a la protección de la salud» y por salud define la Ley general de salud como: un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Sin embargo, en la realidad, este derecho no está garantizado por el Estado.
La ley que regula la salud menciona que entiéndase por servicios de salud todas aquellas acciones realizadas en beneficio del individuo y de la sociedad en general, dirigidas a proteger, promover y restaurar la salud de la persona y de la colectividad, pero realmente son solo palabras plasmadas en la constitución. Leyes que lamentablemente no son cumplidas. Hoy en día los sistemas de salud en los municipios, estados e incluso en los países más desarrollados, no alcanzan esos objetivos. Una gran proporción de los recursos se destina a los servicios curativos, pasando por alto las actividades de prevención y promoción de la salud.
Los responsables de la salud deben garantizar además de un servicio con calidad, que las personas que sean vulneradas en este derecho, tengan una plataforma para expresar sus necesidades, su descontento por una mala atención o por necesidades diversas. Sino que se preste atención a estas peticiones, quejas y descontentos y que esto sirva para mejorar los servicios de salud que brinda el Estado y sus instituciones. Fue desagradable escuchar decir por el Director del IMSS, que el Municipio de Tecolotlán tiene el penúltimo lugar en atención en su Clínica a los derechohabientes, y más desagradable es, presentarte como paciente ante un sector de salud y que no recibas la atención adecuada a una enfermedad considerada urgencia y que además, el comportamiento de los trabajadores que atienden a la derechohabiencia lo hagan con una actitud déspota, prepotente e inadecuada. Quien asiste a estos lugares lo hace por necesidad, no por gusto y lo que esperas es una atención de calidad y que ésta sea humana.
Considero que los sistemas nacionales de salud pueden llegar a ser más coherentes, más eficientes, más equitativos y mucho más eficaces; y que podrían recetar más que un paracetamol como medicamento universal de enfermedades.
«La salud es una de las mayores posesiones de los Individuos para el buen vivir». LF
Este contenido fue publicado en la edición número 4 del impreso de Letra Fría, en noviembre de 2017.
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