Por: Pop Lab | Alianza De Medios
La justicia federal cambió de rumbo el proceso penal por la agresión de elementos de la Guardia Nacional contra estudiantes de Agronomía de la UG en El Copal en abril pasado, al resolver recursos que interpusieron los asesores jurídicos de las víctimas, ya que se consideró que el juez de control Efraín Frausto Pérez desamparó a algunos de los estudiantes. Como resultado, serán dos los elementos de la Guardia Nacional los que enfrentarán juicio por la muerte de Ángel y la tentativa de homicidio de los otros 3 jóvenes.
Hasta ahora, a los asesores de las víctimas les han parecido suficientes las versiones de los mandos de la Guardia Nacional que estuvieron al frente del convoy ese día, quienes se han deslindado de cualquier responsabilidad y han sostenido que ambos elementos dispararon por su iniciativa.
Por este caso, un elemento infante de Marina adscrito a la Guardia Nacional permanece desde principios de mayo en prisión preventiva en una cárcel militar en Jalisco, acusado de ser presunto responsable de homicidio calificado del alumno Ángel Yael, de 19 años, alumno de ese Campus de Ciencias de la Vida en El Copal, así como de las lesiones graves causadas a otra estudiante, de nombre Edith.
Pero el juez Efraín Frausto Pérez rechazó vincular al infante de Marina por la tentativa de homicidio de los otros dos estudiantes que junto con Ángel y Edith iban en la camioneta a la que se hicieron disparos desde el convoy, que ese día hacía “recorridos de disuasión” por el robo de combustible.
El juez Frausto Pérez decretó libertad en favor de otro elemento de la Guardia -un agente de la Policía Militar-, que también disparó contra la camioneta de los jóvenes universitarios y que formaba parte del convoy, al considerar que no había elementos para vincularlo por homicidio en grado de tentativa de los 3 estudiantes que sobrevivieron.
Este elemento fue el primero en ser detenido por la Fiscalía General del estado; sin embargo, el peritaje en balística forense determinó que no fueron los disparos que éste efectuó los que hirieron a Edith y dieron muerte a Ángel Yael, y eso fue considerado por el juez para resolver el auto de libertad y el sobreseimiento de esta acusación.
En aquellas audiencias, el juez Efraín Frausto Pérez tuvo algunos roces con los asesores jurídicos por su posición como profesor de la propia División de Derecho de la Universidad de Guanajuato y acusó una “politización del caso».
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