La incertidumbre de los comerciantes radica en las medidas sanitarias que autoridades municipales puedan emitir en los próximos días y que en ellas de indique la expulsión total de personas en vía pública.
Por: Esther Armenta
Autlán de Navarro, Jalisco. 2 de abril de 2020. (Letra Fría) Jardines vacíos y ventas bajas en el centro histórico de Autlán de Navarro es el resultado del aislamiento preventivo por COVID-19 en el municipio, en donde al menos un veintenar de comerciantes se mantienen de la venta diaria de sus productos.
Las tardes de abril suelen ser de altos ingresos para los vendedores, sin embargo, este año ha sido diferente. Algunos comerciantes aseguran que la disminución va del 30 al 80 por ciento de los ingresos habituales.
“Han bajado de un 50 a un 80 por ciento, más o menos. En mi caso soy madre soltera y se me dificulta porque si se me acaba la ganancia el día no hay alguien que me pague por horario. Para nosotros era este el temporal más alto para vender fruta pero definitivamente no con esta contingencia”, contó una vendedora de frutas de temporada que prefirió no compartir su nombre.
Un comerciante, quien también optó por el anonimato, compartió a Letra Fría que quedarse en casa no es una opción, pues su familia depende de sus ganancias diarias.
“La situación es delicada porque vendemos un 30 por ciento de lo normal, además pasan los policías y piden a la gente que se retiren de los jardines y es delicada la situación pero necesaria para la integridad física de la salud, yo ando por necesidad no por no querer estar en cuarentena. Hace dos semanas cuando todo comenzó estuve en aislamiento pero el dinero se acaba.”
En el Jardín Hidalgo se encuentra Ana María de Jesús, vendedora de cocos y derivados. María afirma que sus ganancias han disminuido en un 50 por ciento debido a la ausencia de clientes y al aumento de los ingredientes que utiliza para sus productos.
“Tenemos la mitad de las ventas de lo normal por esta enfermedad, las ganancias han bajado mucho y han subido los precios de lo que necesitamos para la preparación de esto. El azúcar subido mucho, está hasta en 25 pesos el kilo y estaba de los 18 a los 19.”
Las medidas de prevención han afectado a vendedores ambulantes, taxistas y boleadores de zapatos por igual. Armando Gómez, bolero de calzado, ha detectado desde hace dos semanas pérdidas de hasta el 50 por ciento, asegurando que nadie estaba preparado para este cambio en la dinámica social.
“Bajó como por mitad el trabajo pero apenas hace 15 días y parece que ahora ya hay más movimiento de gente, como que de a poco la gente ignora las cosas. No queda de otra, hay que agarrar las buenas y las malas, tuvimos buena racha en carnaval y ahora son malas, lo que pasa es que la gente no está preparada para esto, se viene este problema y hay consecuencias.”
Al igual que otras personas, Ana María de Jesús dijo haber realizado aislamiento preventivo durante los días que sus ahorros familiares les permitieron a ella y a su esposo ausentarse en el trabajo.
Por su parte, Armando Gómez comparte que la petición de cuarentena domiciliaria es ilógica si no existen apoyos para las personas que viven al día.
“Lo que pasa que el gobierno cómo se pone a pedir que nos encerremos en las casas, ¿quién nos va a mantener? Hay que trabajar, sacar para la comida, para sostenerse y que se encierren los que tienen trabajos fijos, pero los que vivimos al día no, solo que nos dijeran: te doy 3 mil pesos para que te quedes un mes. Encerrados se mueren de la enfermedad o del hambre.”
La incertidumbre de los comerciantes radica en las medidas sanitarias que autoridades municipales puedan emitir en los próximos días y que en ellas de indique la expulsión total de personas en vía pública.
LL/LL
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