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Chihuahua. 29 de marzo 2023. (Letra Fría) .- Rita recuerda un día que escuchaba música con su hijo Érick Aguirre Balbuena. Sonaban canciones de Ritchie Valens, aquel fenómeno del rock and roll que alcanzó la fama y el éxito de la radio estadounidense no solo por la particularidad de ser apenas un adolescente sino por ser el primero en cantar rock and roll en español.
Valens murió en un accidente aéreo el 3 de febrero de 1959 con apenas 17 años, sin embargo, su música dejó un legado cobijado por la cultura mexicana. Tanto que Rita y Érick escuchaban sus canciones en un contexto de violencia que llevó a Juárez a ser considerada la ciudad más violenta del mundo en 2010, casi a 50 años de la muerte de Valens.
Quizá fue el contexto de violencia, la ciudad militarizada, la cotidianidad de la muerte lo que llevó a Érick Aguirre a comentarle a su madre “si un día me muero quiero que me entierre con esa música”. Rita le restó importancia o reaccionó acaso con un esperado “cállate menso, no digas esas cosas”, en realidad no lo recuerda bien.
Hay muchas cosas que se le escurren a Rita de la memoria: fechas, nombres de medicamentos, de operaciones, de agentes de la Fiscalía. Hace más de diez años su hijo Erick desapareció y la vida de Gloria Rita Balbuena es como una neblina insistente que no se disipa, como el zumbido en su oído que no se aleja.
Su condición exhibe no solo la crisis que enfrenta e impacta en su salud mental, también la que muchas mamás de víctimas de desaparición forzada.
“Es una crisis realmente lo que se está viviendo, las madres (buscadoras) se están desgastando”, considera Silvia Méndez, directora del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, organización no gubernamental que acompaña y representar legalmente a familiares de personas desaparecidas y sobrevivientes de tortura.
De acuerdo con Méndez la falta de atención especializada para las víctimas y sus familias es una crisis, ya que por una parte, en un primer momento, está la falta de una atención inmediata y después, en el caso de desaparición, si la persona no aparece es un proceso de larga data que desgasta al mantener una búsqueda y enfrentar los nulos resultados de las autoridades, lo que deriva, muchas veces, en enfermedades graves.
“El ver que no existe ningún avance va mermando la salud de todas las familias, emocional y física, pero sobre todo de las madres y ellas son, en mi experiencia, las últimas en atenderse, siempre se postergan”, menciona.
EL DESGASTE DE LA BÚSQUEDA
La madrugada del 24 de septiembre de 2012 un comando armado rompió los candados del portón de la entrada a la casa de Érick Aguirre Balbuena, de entonces 27 años. Ingresaron a su casa de la colonia Profesora Simona Barba y lo sacaron en ropa interior. A su esposa le dijeron que buscara a Érick en la Fiscalía General del Estado, que lo llevaban detenido.
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**Este contenido fue publicado originalmente en La Verdad que forma parte de la Red de Periodistas de a Pie.**