/

Yeshua, ¿se aclimatan…? | Ecos de ningún lugar

Esta columna aborda una crítica desde mi perspectiva personal, como católico laico, como antropólogo y como profesor de jóvenes de secundaria. Tiene como propósito generar un debate en torno a este tipo de cuestiones, no es una declaración de conflicto, pero tampoco tomo una posición ajena a las críticas de la iglesia. 

Sobre la continuidad del pensamiento católico en las nuevas generaciones.

Por: Diego Romero Vargas

Autlán de Navarro, Jalisco. 05 de mayo de 2022. (Letra Fría) Hace poco más de 100 años el país arrancaba el siglo XX con cerca de la totalidad de su población considerándose católica. Al día de hoy la población que se auto percibe como católica ronda el 77% según datos del INEGI.

Anuncios

JRA PROMOTORES INMOBILIARIOS

Indudablemente esto podemos vincularlo al impacto del pensamiento modernista dentro de la cultura nacional y como la transición natural de las dinámicas históricas transforma la relación de las sociedades con sus instituciones. Pero en relación con otros países de Latinoamérica que por su historial han sido hegemónicamente católicos, se puede ver que pese a que los números de bautizos católicos sigan siendo muy altos, en la maduración de su población se generan diásporas más o menos constantes. 

Seguramente se podrían construir análisis interesantes desde una multitud de elementos que pueden dar razón de este fenómeno que no puedo tildar de inesperado o sorprende, pero al menos sí de interesante. A la vez que estos elementos disruptivos coinciden en sus explicaciones macroestructurales, como por ejemplo, la apertura que ha habido entre las comunidades mexicanas a delegar la organización de los ritmos de vida a los mercados e instituciones modernas, el aumento del flujo de información disponible y los nuevos discursos que socialmente construimos ante ellos, la diversificación religiosa dentro de los grupos sociales que fuerzan a que las posibles confrontaciones por disidencias sean suavizadas y disminuyendo el miedo al herético, la memoria histórica persistente de los pueblos sometidos (cuando no se sincretiza) y un largo etc. 

Anuncios

APYSA

Pero, en este momento quisiera centrarme en una serie de críticas hacia el propio proceso de reproducción de la fe, el proceso educativo y la instrucción religiosa temprana. Esto detonado de una convivencia constante con personas instruidas durante su infancia y adolescencia dentro de la educación católica, que comúnmente terminan desarrollando un rechazo a esta propuesta religiosa durante la maduración. 

Ahora bien, antes de desarrollar más estos elementos, quisiera mencionar unas cuantas consideraciones. Esta columna aborda una crítica desde mi perspectiva personal, como católico laico, como antropólogo y como profesor de jóvenes de secundaria. Tiene como propósito generar un debate en torno a este tipo de cuestiones, no es una declaración de conflicto, pero tampoco tomo una posición ajena a las críticas de la iglesia. 

Anuncios

Cuipala

Sociedad disciplinaria 

El concilio vaticano segundo que finalizó en el (año) 65, fue el último proceso de modernización a gran escala dentro la iglesia católica. En este se generaban una serie de modificaciones por parte de la iglesia católica para procurar una institución religiosa que pudiera mantenerse vigente de cara al mundo moderno post guerras mundiales. En ese mismo periodo se mantenía muy vigente la perspectiva de la educación y la escuela como un proceso de producción y estandarización de los ciudadanos. 

Es decir, era parte del espíritu cultural de la época el entender la acción educativa como un proceso de estandarización en los conocimientos, y para ello se auxiliaba de una serie de practicas disciplinarias. Donde, por ejemplo, el castigo físico era la norma en los tiempos de la infancia de mi abuela y que me topé con la sorpresa de su preminencia aun hoy en día, dentro de las entrevistas que pude tener se repitió más de una vez el castigo físico en diferentes personas de diferentes contextos quienes recibieron su instrucción a cargo de distintas órdenes.  

Anuncios

Gallery

Yo creo que primero que nada fue que mis maestras eran monjas, una nos pegaba con el metro de madera en la cabeza y había otra que me amarraba a las butacas con mi propia soga de deportes después que la clase de religión que nos impartían obligatoriamente, eran tediosas y además de que ibas con miedo de no saberte las oraciones o cualquier pregunta que hicieran sobre religión por los castigos que recibías

“Es que la juventud ya no tiene miedo de dios”, lo he oído en diferentes ocasiones. El miedo al castigo es común en cualquier institución cultural que quiera aspirar a moldear las conductas de los individuos en la sociedad. 

Lejos de invocar un sadismo general y casi esencial a las posiciones de autoridad (que sí se da), debemos de interpretar la narrativa del miedo como parte de todo sistema de orden social, y que recordemos que al menos en algunas partes esta función sigue vigente en la actualidad del catolicismo mexicano. 

Sin embargo, la lógica del fordismo en cadena y de la disciplina de la vida fabril han abandonado este mundo como fundamentos técnicos dominantes de la organización social y han sido reemplazados bajo nuevos paradigmas. Qué por sí solos merecen su crítica aparte.

La historia siguió su curso y en el proceso la disciplina externa y vigilante fue reemplazada por la persistencia del autocontrol y de un mayor enfoque en la recompensa como motor de la voluntad de masas que en el miedo al castigo, así como una mayor flexibilidad a la realidad social. La comunidad (y con ello la comunidad religiosa) está cambiando. 

Los análisis pedagógicos y avances psicológicos han abierto las puertas a nuevas formas de entender el aprendizaje, así como propuestas más integrales de como entender las comunidades religiosas. Hoy en día la asociación depende más de la simpatía por sus integrantes y dinámicas y menos de los instrumentos disciplinarios. 

“Cuando eres niño todo es muy lindo, y muy “oh sí diosito es muy lindo” y lo que quieras. Y después comienzas a crecer y comienzas a darte cuenta que te interesan muchas cosas que la religión te prohíbe, como ser gay, o ciertos tipos de música o todo lo que tenga ciertos tintes sexuales de por medio, y es cuando tu sexualidad se empieza a desarrollar y te prohíben todo, entonces tu empiezas a repeler la religión. Entonces te preguntas, si estas cosas me interesan y no les veo nada de malo, no veo porqué dios si es tan misericordioso tendría que castigarme por eso. Y pos no sé, comienzas a agarrarle como coraje porque aparte, es obligatorio. Y aparte de todo, estás en este ambiente super juzgón en el que todos son muy religiosos y si tú haces algo que se sale de la norma, tu te ves mal, y a ti te critican. Y comienzas a hacer cosas a escondidas, te cuestionas que tan bueno es dios, y como que te enfadas. Dejas de disfrutar la religión, entonces lo que más quieres es salir, y cuando sales te sientes liberado porque no sientes el peso detrás de ti y poder explorar el mundo sin que nadie te juzgue o sentir que deberías ser juzgado por ello”.

Debemos de considerar una serie de elementos que configuran hoy la realidad que vuelven más profundas las contradicciones de los discursos seculares católicos y el mundo moderno. La apertura y flujo de información generan un contacto con más alternativas discursivas del espacio religioso, a la vez que fomenta el pensamiento critico y el respeto y voluntad de entendimiento (cosa que es muy buena). Estas contradicciones nos apuntan a lo que pensándolo bien, podría ser una obviedad. La condición de institución de la propia iglesia y su fundamentalismo en cuanto a algunas exegesis seculares de los dogmas sigue dándose piques con el mundo moderno. 

Y esto puede sonar como una aseveración bastante hostil, pero creo no estar tan errado al considerar que en territorio nacional la iglesia esta condenada a irse marchitando conforme evoluciona el proyecto moderno. 

Tiempos raros, ideas raras

Lo que debería interesar la iglesia para mantener algo de peso a nivel cultural conforme caminen los tiempos, es generar una nueva propuesta desde su nivel ontológico. Capaz de coexistir con nuevas posturas de la sociedad y de generar explicaciones funcionales y prácticas con el mundo y con el nivel de información que se maneja actualmente. Que uno no tenga que quedarse callado ante preguntas sobre el origen de la vida o la humanidad ante jóvenes de mentes curiosas porque a nivel secular el dogma aún se quiere imponer por encima del conocimiento científico generado hasta la fecha. 

“vamos a darnos amor, porque miedo ya nos esta dando el mundo”. 

Una de las principales contradicciones que encuentran los jóvenes es la oposición entre la idea de amar a tu prójimo como a ti mismo y el nivel discursivo y práctico de la institución católica de discursos de intolerancia. 

Además del testimonio citado anteriormente, conozco muchas personas que se han alejado de la religión debido a un conflicto con ellos mismos generado por el rechazo del discurso religioso con el que ellos están más familiarizados y otras dimensiones de su ser. Existe una invalidación constante a la alteridad por parte de la religión católica (no es la única). Rechazo que esta chocando fuertemente con principios civiles contemporáneos (descendientes en parte del espíritu humanista del modernismo católico). 

En general son tiempos muy convulsos, es por ello mismo que se vuelve irónico que el discurso religioso dominante en un estado no sea capaz de brindar consuelo y refugio a segmentos importantes de la población que habita y que ya no son su futuro, sino su presente. Y esta es mi sentencia moralina como católico que pugna por reformas hacia el interior: Debemos buscar destilar lo mejor de la religión católica al mundo siendo autocríticos con la historia y la institución, debemos de promover condiciones de entendimiento, diálogo y misericordia en nuestras comunidades. Y debemos ser capaces de buscar puntos de consenso y no de querer imponer una forma de ver el mundo, dar un paso hacia atrás para dar espacio al prójimo.

Hegel (de los últimos filósofos importantes para occidente que no tuvo demasiadas broncas con la iglesia católica) consideraba que había un papel importante dentro de la evolución de las ideas y de la sociedad por parte de la iglesia católica durante los dos milenios anteriores. Desde hace 500 años con la contrarreforma la iglesia católica ha tenido una relación conflictiva con el proyecto moderno (que se merece su crítica, aparte). Hoy en día vivimos las coyunturas que nos llevarán a ver sí la iglesia católica como institución será capaz de adaptarse en unidad a la realidad mundial o si se terminará fragmentando y quedando enterrada en las páginas de la historia humana. 

Consideraciones adicionales

-Entrevisté a 20 jóvenes que cumplían con el perfil de haber recibido educación católica en su juventud y haberse distanciado de la religión. A excepción de una joven instruida en la orden javeriana, el resto coincidía en varios puntos de esta crítica. Dentro las órdenes que instruyeron a los entrevistados en su mayoría son diocesanas y el resto se divide en legionarios, maristas y salesianos. 

-Soy consciente de la multitud de exégesis y principios teológicos de las distintas órdenes, y que muchos de ellos han tenido sus diálogos y concilios con diferentes posturas del mundo moderno. Pero el problema es que a nivel secular no se abren las alternativas de entendimiento, sino que busca reafirmarse el dogma, y esto ha sido constante con los legos dentro de la iglesia. 

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad