La diócesis rivoriense, con sede en Autlán, fue creada por el papa Juan XXIII el 28 de enero de 1961, mediante la bula Cristi fidelium utilitati.
Esta nueva diócesis nació conformada por las parroquias de Autlán, Cuautitlán, Ejutla, Tomatlán, El Grullo, Cihuatlán, El Tuito, Casimiro Castillo, Tenamaxtlán, Ayutla, Unión de Tula y Juchitlán, abarcando la mayor parte de la Costa de Jalisco y una porción de la sierra.
Esas fueron las parroquias fundadoras de la diócesis, aunque a 63 años de distancia, se han creado nuevas parroquias.
La diócesis de Autlán abarca 13,494 km2 en 18 municipios jaliscienses y colinda al norte con las diócesis de Tepic y Guadalajara. Al oriente con las de Guadalajara y Ciudad Guzmán, al sur con la diócesis de Colima y al poniente con el Océano Pacífico.
La cabeza de una diócesis es el obispo, a quien el documento Hacia una evangelización nueva. Plan orgánico de pastoral 1987-1989, de la diócesis de Autlán, describe como el “primer evangelizador de esta Iglesia particular”, que “como sucesor de los apóstoles es el pastor que vela y acompaña a su grey”.
Nuevo obispo Eduardo Muñoz Ochoa
La diócesis rivoriense ha sido gobernada por seis obispos, a quienes se sumará, desde ayer, el padre Eduardo Muñoz Ochoa. Enseguida compartimos algunos comentarios sobre los primeros seis obispos autlenses y el trabajo que hicieron al frente de esta diócesis:
El primer obispo fue Miguel González Ibarra, nacido en Tlaquepaque el 29 de septiembre de 1918 y ordenado el 31 de mayo de 1945, siendo su primer destino la parroquia de Tepatitlán, como vicario cooperador. Pero donde más se le recuerda es en Tenamaxtlán, a donde llegó como párroco en 1949 y permaneció seis años. Allá organizó servicios educativos y religiosos para los niños y jóvenes.
En 1957 fue designado párroco de Sayula, de donde pasó a dirigir la diócesis de Autlán. Fue el 20 de marzo de 1961 cuando el papa Juan XXIII expide la bula mediante la cual avisa a González Ibarra su designación como obispo. Recibió la ordenación episcopal del arzobispo José Garibi Rivera en Autlán.
A él le tocó la organización de la nueva diócesis, trabajo que emprendió desde sus primeros días en Autlán, es recordado por su febril actividad en la construcción del Seminario Diocesano de Autlán y en la reanudación de la obra del templo del Sagrado Corazón, actual Catedral, recaudando recursos de todas partes y por todos los medios posibles. Organizó desde maratones radiofónicos hasta donaciones de terrenos y materiales para construcción, incluyendo las aportaciones que hacían los trabajadores de la Compañía Minera Autlán, voluntariamente, por el valor de un “chango”, es decir, una bebida de refresco de cola con alcohol. De aquí partió a Ciudad Obregón, Sonora, cuya diócesis recibió el 18 de agosto de 1967.
¿Quiénes más fueron obispos?
Don Everardo López Alcocer sustituyó a González Ibarra en el obispado de Autlán. Nacido en Tototlán, Jalisco, el 7 de febrero de 1916, fue ordenado presbítero el 4 de abril de 1942 en Roma y recibió la ordenación episcopal el 29 de septiembre de 1967 en el Seminario de Autlán, también de monseñor José Garibi Rivera.
Se recuerda a este obispo por su prematura muerte, ocurrida en accidente de tránsito del 19 de diciembre de 1968, que no le permitió dejar una huella en la diócesis.
Caso contrario fue el del tercer obispo, José Maclovio Vázquez Silos, a quien pertenece el periodo más largo al frente del obispado: fue ordenado obispo de Autlán el 18 de mayo de 1969 y estuvo al frente de la diócesis hasta su muerte, acaecida el 23 de julio de 1990. Había nacido en San Luis Potosí el 15 de noviembre de 1918, siendo ordenado presbítero el 18 de diciembre de 1943, también en Roma.
La promoción de vocaciones
Según la diócesis de Autlán, este obispo tuvo especial cuidado en la promoción de las vocaciones sacerdotales y en la formación teológica, espiritual y pastoral de sus sacerdotes.
En este sentido, fue él quien ordenó sacerdote al actual arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, el 20 de julio de 1976, quien fue nombrado administrador diocesano a la muerte de Vázquez Silos, mientras llegaba el nuevo obispo.
Este nuevo obispo, el cuarto de la diócesis, fue Lázaro Pérez Jiménez, a quien algunos todavía recordamos en el programa de radio que él mismo conducía semanalmente, donde no dejaba de referirse a sus “chiqueados” de las comunidades indígenas de la diócesis.
Pérez Jiménez nació el 9 de septiembre de 1943, en Tizimín, Yucatán, se formó en el Seminario de ese Estado y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
El 21 de septiembre de 1968 fue ordenado sacerdote, en Yucatán, y buena parte de su carrera se desarrolló en el magisterio: fue maestro de teología, prefecto de estudios y vicerrector del Seminario Mayor de Yucatán y profesor de teología en la Pontificia Universidad de México, además de párroco en diversos lugares.
Fue nombrado obispo de Autlán el 15 de mayo de 1991, recibiendo la ordenación episcopal el 29 de junio siguiente. El papa Juan Pablo II lo designó obispo de Celaya en julio de 2003, luego de la renuncia por motivos de salud de Jesús Humberto Velázquez Garay. Pérez Jiménez inauguró en 1997 los primeros cursos del Instituto de Estudios Superiores de Autlán, actual Universidad del Valle la Grana; falleció en octubre de 2009 al frente de la diócesis de Celaya.
Gonzálo Galván Castillo
El quinto obispo de Autlán fue Gonzalo Galván Castillo, quien nació el 10 de enero de 1951 en León, Guanajuato, y fue ordenado sacerdote 17 de junio de 1977 en el templo Expiatorio de esa ciudad.
Desempeñó, antes de ser obispo, cargos académicos y administrativos en la Iglesia mexicana, siendo designado por Juan Pablo II obispo de Autlán el 26 de octubre de 2004 y consagrado el 14 de diciembre siguiente.
El 25 de junio de 2015 le fue aceptada su renuncia, por enfermedad, al obispado de Autlán por el papa Francisco. Falleció el 22 de noviembre de 2020 en León, víctima del coronavirus, siendo obispo emérito de nuestra diócesis.
Rafael Sandoval Sandoval fue designado obispo de Autlán el 23 de noviembre de 2015, luego de diez años de estar al frente de la diócesis de la Sierra Tarahumara.
Nació en Guáscaro, Michoacán, el 10 de abril de 1947 y fue ordenado sacerdote el 2 de julio de 1974 por el arzobispo Mario Pío Gaspari, delegado apostólico en México.
En su carrera eclesiástica destacan su labor como co consagrador del obispo Juan Manuel González Sandoval y del arzobispo Javier Herrera Corona, este último en abril de 2022 en el Seminario de Autlán.
Al cumplir la edad establecida por el derecho canónico para la jubilación, presentó su renuncia al obispado el 7 de febrero de 2024, siendo sucedido por el ya mencionado Eduardo Muñoz Ochoa y convirtiéndose en obispo emérito de Autlán.
A partir de ayer comenzó la historia de un nuevo obispo, el séptimo, de la diócesis rivoriense.
Fuentes:
- Hacia una evangelización nueva. Plan orgánico de pastoral 1987-1989. Diócesis de Autlán, Jalisco, México. Autlán, diciembre de 1986.
- Monseñor Lázaro Pérez Jiménez, nuevo obispo de Celaya, México. 27 de julio de 2003, en Zenit (https://es.zenit.org/2003/07/27/monsenor-lazaro-perez-jimenez-nuevo-obispo-de-celaya-mexico/)
- Obispo Rafael Sandoval Sandoval, MNM. En Catholic Hierarchy (https://www.catholic-hierarchy.org/bishop/bsansar.html)
