Por: Rodolfo González Figueroa
Autlán de Navarro, Jalisco. 01 de abril de 2022. (Letra Fría) Del cruce entre la diversidad biológica y cultural, nace o se concibe la agrobiodiversidad. La diversidad natural y biológica es una, pero muy otra es la biodiversidad potenciada por la sociedad y su cultura; biocultura. Hay biodiversidades libres, que no dependen en nada de la intervención humana. Y hay otras diversidades, producto de la correlación humano-naturaleza, que hacen más diversa la diversidad y la entretejen y la codependizan, haciendo un mutualismo interespecies bastante interesante. El máximo ejemplo es el maíz. Alimento sagrado que sin la intervención humana pudiera dejar de existir y, al mismo tiempo, humanidad dependiente del maíz que sin él dejamos de ser.
Los sistemas agrícolas han evolucionado con el paso de los años y se han profundizado las interdependencias entre humanos y su entorno biodiverso. La agricultura es la mera manipulación de la naturaleza que al mismo tiempo nos permite ser. Codependencia suprema. Intimidad sublime. Humanos interconectados, salud humana y salud natural. Diversidad humana es igual a diversidad ecosistémica.
En los colectivos, comunidades y grupos que trabajan huertos comunitarios la diversidad se expresa en los modos de ser y estar en el aquí y en el ahora. Cada una, cada uno concibe distintito la biodiversidad circundante. Lo que para unos es zacate para otras es medicina. Unos dicen “tierras ociosas”, otras mencionan “vegetación nativa libre”.
El ejercicio de identificación de la biodiversidad en el agroecosistema es bastante interesante, pues logra, con ejercicios participativos, develar la concepción de la biodiversidad de cada persona. Lo que para uno es una hierba concebida como “maleza” para otras es alimento, complemento, asociación. La identificación de especies vegetales en cada persona devela los conceptos introducidos en cada mente respecto a la concepción de la diversidad del entorno. Podemos hablar del valor de la concepción de cada individuo. Por ejemplo, el diente de león, el quelite, la verdolaga, el pápalo, el muérdago, entre tantos más, son fumigados con glifosato por los cañeros y su monocultural agroindustria ecocida militar y capitalista, la conciben maleza, mientras que, por ejemplo, en los Huertos Comunitarios esas hierbas son medicina, alimento, solución y alternativa para tratar muchas afecciones de salud.
Aquí, entramos a todo un mundo de análisis.
El valle agrícola Grullo, Limón, Autlán, con 20 mil hectáreas cultivables de las cuales más de tres cuartas partes son monocultivo cañero, desierto verde, agricultura militar, producción de mercancía del azúcar, enfermedad y muerte. Y, el otro cuarto son cultivos temporales más valiosos, de subsistencias, menos agresivos y más diversos donde se cultivan maíces, sistemas milpas, hortalizas, nopales, medicinales, se cosechan frutos silvestres, hay estanques para pesca, ganadería a pequeña escala, conocimientos y semillas propias, etc, todo orientado a la alimentación familiar y regional.
Allí, en ese cuarto de territorio, hay espacios aún más pequeños, como los huertos comunitarios liderados por mujeres y la agricultura de traspatio, y a pequeña escala, donde podemos encontrar en tiempos benévolos:
- Maíces de 5 tipos
- Frijol
- Calabaza
- Ejote
- Cherrys
- Jitomates
- Tomates
- Lechugas de 3 tipos
- Arúgula
- Kale
- Pepino
- Melón
- Chiles de 3 tipos
- Berenjena
- Rábano
- Cilantro
- Melón
- Acelga de dos tipos
- Zanahoria
- Cebolla
- Brócoli
- Nopal
- Chaya
- Moringa
- Albahacar
- Romero
- Orégano orejón y normal
- Chayote
- Pasiflora
- Lengua de suegra
- Kalanchoes de dos tipos
- Ruda
- Estafiate
- Epazote
- Semilla de girasol
- Sempasúchitl
- teresitas
- Crotolaria
- Clitoria
- Caña
- Romero
- Stevia
- Consuelda
- Uña de gato
- Diente de león
- Insulina
- Muicle
- Entre otras
Más de 50 variedades de hortalizas, gramíneas, medicinales y en sí: Alimentos. Diversidad que no existe en más de 15 mil hectáreas de lo que se supone son los agricultores exitosos; los cañeros.
Esta Agrobiodiversidad en este pequeño espacio, demuestra que hay muchas concepciones de agricultura. Una es la pequeña y diversa y colectiva. Que resignifica el concepto de agricultura, regresándole el sentido al trabajo con la tierra que és producir alimentos y medicinas y, la otra que mercantiliza, monocultiva y especializa sin producir alimentos y lo peor, sin producir comunidad, interrelaciones, sin crear aprendizaje, diálogo, experimentación.
Una agricultura para la obediencia del consumo especializado, patriarcal y otra agricultura comunitaria, femenina y diversa para la generación de dudas y la producción de diversidades entretejidas que fortalecer la familia.
Los colectivos de producción agroecológica en la Región lo tienen claro; o producimos alimentos diversos, libres de pesticidas, en compañía de la familia y con nuestros insumos y conocimientos o nos hacemos dependientes de un sistema alimentario tóxico y transgénico que nos está privando la libertad de respirar aire limpio, beber agua pura y mirar el horizonte claro.
Contra la maldad agroindustrial, agrobiodiversidad comunal.
MA/MA
Queda prohibida la reproducción total o parcial. El contenido es propiedad de Letra Fría.